miércoles, 29 de septiembre de 2010

José Luis Ayala: “Los gobernantes deben poseer una vasta imaginación que les permita tener una imagen de los puneños de toda la región

Entrevista: José Luis Velásquez Garambel

Con el motivo del segundo festival de literatura huancaneña que se llevó a cabo el pasado jueves arribó a nuestra ciudad el poeta y periodista José Luis Ayala, nos reunimos con él y logramos una entrevista sobre política y cultura para Los Andes. Sin duda un tema de coyuntura que vulnera las propuestas de los diversos candidatos al gobierno regional y a las diversas municipalidades de nuestro escenario político.

J.L.V.G: En los últimos días, se ha notado una intensa preocupación por articular casi desesperadamente un discurso que contente o agrade a todos los sectores de la ciudadanía local y regional, y claro, el tema cultural no escapa a ello, de ese modo se han improvisado propuestas para “potenciar” el tema cultura, bajo lo mencionado ¿Cómo observa José Luis Ayala el tema este, que para los puneños es fundamental? O bueno, en todo caso ¿Cómo y qué debemos entender por política cultural?

J.L.A: La política cultural es parte de las políticas que todo estado nación posee y desarrolla, para garantizar un bienestar integral de la ciudadanía. Todos los estados naciones en el mundo consecuentemente tienen un diseño, una práctica y una proyección de su política cultural, esto, obviamente en relación a sus intereses y proyectos históricos. Los estados naciones que dicen no tener una política cultural renuncian expresamente a ese derecho de independización o de liberación o de descolonización de alguna hegemonía, es decir siguen a merced de las transnacionales, y obviamente no tienen ningún tipo de autonomía.

Los estados naciones como el Perúno lo expresan en su constitución política, pues son y seguirán siendo países“colonializados”, de modo que los intereses culturales dominantes prevalecerán siempre sobre los intereses de las culturas excluidas.

J.L.V.G: Esto implica que un estado que no posee un proyecto político cultural se halla siempre bajo la merced del dominio cultural extranjero, en todo caso, estamos condenados a ser una colonia cultural alienada y enajenada o inauténtica, en ese sentido, ¿Cómo debe estructurarse una política cultural adecuada para el Perú, sin la participación de intereses ajenos a nuestra soberanía?

J.L.A. El gran desafío en el siglo XXI es necesariamente establecer una nueva constitución política descolonizada. Eso implica descolonizar el poder, desestructurar el conocimiento oficial y por ejemplo convertir a la “universidad” en una “pluriversidad”. Se trata de un planteamiento nuevo para desestructurar el predominio del conocimiento occidental y sustituirlo por el conocimiento de la realidad cultural multiétnica. El hecho de teorizar sobre cómo hacer posible que podamos implantar una política distinta cultural puede partir de tres preguntas básicas: ¿Qué hemos sido?¿Qué somos? y ¿Qué queremos ser en el futuro? Pero estas respuestas no sólo pertenecen al diseño de unapolítica cultural, sino a la política económica social y al diseño de qué clase de país queremos construir en el siglo XXI. En otras palabras, la política cultural es parte de la política agraria, de la política de relaciones exteriores, de modo que no se trata de un hecho aislado sino de un todo, de un conjunto en el que la política cultural se ocupa fundamentalmente del sistema educativo peruano.

J.L.V.G: La escuela siempre ha sido un instrumento de dominación cultural en los conceptos de Augusto Salazar Bondy, y ha servido para preservar y masificar los modelos sociales que un determinado grupo de poder implementa durante su gobierno, en ese sentido desear una escuela democrática y con maestros profesionales es casi un verdadero imposible, bien en todo caso ¿Cómo debe uno imaginarse un sistema educativo efectivo para el siglo XXI?

J.L.A. Este es el desafío para los educadores, los intelectuales y los políticos. Hasta ahora no existe una propuesta educativa para el siglo XXI que globalice y recoja las experiencias del pasado, analice el presente y proponga un sistema educativo crítico, liberador, pero fundamentalmente descolonizante. Entonces este es un tema nuevo en el que necesariamente tenemos que analizar, discutir y proponer al estado nación un sistema educativo absolutamente distinto al actual y a todos los proyectos fracasados del pasado.

Entonces habrá que cuestionar al poder político, a la matriz, al patrón que hasta ahora ha diseñado una educación para la pobreza y la miseria, para que los niños y los jóvenes no tengan la capacidad de transformar al Perú. En síntesis hay que refundar la educación, refundar la política y refundar el estado nación. Hay que, necesariamente, acudir a la epistemología que es la ciencia del conocimiento, a la semántica, a la antropología cultural y entender que una política cultural para el Perú, tiene necesariamente que estar de la mano con las otras políticas del estado. Educar para formar generaciones del relevo con conciencia crítica, capaces de llegar al poder para transformar al Perú, eso es una política cultural y es precisamente lo que nunca hemos hecho.

J.L.V.G.: Obviamente el tema educación depende de sobremanera de la tendencia política que le imponga el grupo de poder en hegemonía, lastimosamente en nuestro país desde hace buen tiempo los grupos de poder buscan embrutecer al pueblo, hacerlo más sumiso para que nadie proteste y para que no nos demos cuenta que cada vez nos dejan sin nada, sin reservas, sin recursos naturales y por si fuera poco hasta nos despojan de lo más valioso, conciencia y “cultura” histórica.

J.L.A.: Lo primero que hay que entender es que la cultura es un poder, pero que a su vez no es una sola manifestación, sino una expresión plural. De modo que hay cuatro clases de culturas: la cultura dominante, la cultura dominada, la cultura de la alienación y la cultura de la liberación. Cuando se discute la ideología de la cultura dominante estamos hablando de la cultura del sistema que vine a ser, la cultura que aplica, por ejemplo Alan García, que convierte al Perú en una colonia no solo económica y social sino fundamentalmente en una colonia cultural. A ese hecho hay que adicionar la judicialización de los movimientos populares que salen en defensa de sus intereses y de sus culturas, entonces la orden es matar; pero en ese subconsciente se expresa perfectamente el hecho de la exterminación cultural, por eso es que se sancionan y penalizan a todos los que protestan en defensa de la ecología, el respeto de las reservas naturales y hasta por los derechos fundamentales de los otros.

En este país nadie respeta nada, todos y especialmente los gobernantes buscan llenarse los bolsillos a costa del hambre de los más necesitados, de los más pobres y para lograrlo le quitan o le niegan a uno la cultura.

J.L.V.G.: Volvamos a Puno, que como otras regiones del país ha sido golpeado por movimientos radicales como Sendero Luminoso y hasta por las fuerzas armadas del estado, y en donde además las diversas autoridades elegidas no han jugado un rol conciliador y mucho menos han desarrollado políticas realmente inclusivas, socialmente hablando; es decir Puno, es un escenario post conflicto en donde muchas de esas secuelas no se han borrado, de tal modo que concebir un modelo de desarrollo en estas condiciones trae efectos como los acontecidos en Ilave, Asillo, lugares donde la violencia colectiva se desborda y provocan además imágenes detestables de nuestros sistemas gubernamentales y el sistema educativo se ha empleado para crear más brechas y lo peor se ha logrado desprofesionalizar a los maestros.

J.L.A.:Lo que sucede en Puno, sucede en mucho pueblos de América latina, de modo que podemos analizar desde el centro a la periferie y viceversa, este último tiempo que señala el comentario viene a ser el tiempo de la violencia, de la exclusión; pero, también de las respuestas culturales y persistencia de la memoria milenaria, concretamente en Puno, el aporte de la educación oficial y muy particularmente el delos profesores ha sido deficiente, porque en Puno hay una educación colonial, que solo reproduce patrones que los gobiernos desean que se reproduzcan. Pero eso se da en todo el Perú; sin embargo, no cabe duda que en este escenario se ha fortalecido el concepto de nación aymara. Hay intelectuales que hablan desde ese concepto étnico; pero que les falta teorizar sobre una ideología destinada a descolonizar el poder. Eso no lo van a aprender en la universidad ni menos en los textos oficiales, para hacerlo tienen que recoger los proyectos educativos del pasado del orden marginal, esos que jamás fueron tomados en cuenta, porque precisamente se fecundaron en el corazón mismo del pueblo, y en base a ello se tiene que teorizar respecto a lo que debe ser en lo sucesivo una política cultural que subvierta el orden del pasado.

Entonces estamos hablando de un “contraconocimiento”, de una “contrainvestigación”, de una desestructuración de un sistema educativo que solo ha servido para perpetuar la exclusión de una gran mayoría. Este es un fantasma que recorre de nuevo el mundo al que habrá que sumarse y necesariamente teorizar sobre la ideologización de este sentimiento de orden mundial y latinoamericano que yo percibo en Puno con mucha vigencia y vigor, y a esto tienen que apuntar las propuestas políticas a futuro.

En Puno se han dado cambios sustantivos y ya no es el Puno de FrancoisBorricaud y mucho menos de José Matos Mar, ya no hay haciendas y ya no se está bogando por San Gabán, por vías de comunicación o por una reforma agraria que permita una inclusión social. Puno es ahora de los jóvenes intelectuales que deben redefinir conceptos obsoletos que se vienen repitiendo y deben crear un nuevo lenguaje en base a la dialéctica andina y que en síntesis nos haga repensar en el concepto de permanencia y cambio.

J.L.V.G: Efectivamente, en las décadas pasadas se tenía una agenda Puno, ahora no hay un plan estratégico real, no se tiene una idea de modernidad para puno, cada quien tiene su propia idea de modernidad, en ese sentido, ¿Usted cree que los proyectos de desarrollo que están gestando los políticos tradicionales no tienen una visión coherente con el futuro?

J.L.A.: Habría que empezar analizando esa propuesta incoherente y ahistórica que viene a ser el deseo de federar Puno. Me refiero en este punto, porque ese es el pensamiento político cultural oficial. Yo no he encontrado en esta campaña política de elecciones municipales y regionales ninguna propuesta seria y que considere además a las culturas como un elemento básico de identidad y al mismo tiempo respete a la otredad, en este sentido creo que no hay analistas que sean capaces de proponer una política cultural para el municipio y opara la región, hay ideas dispersas y vagas; pero no hay un planteamiento desde el punto de vista de la antropología cultural o desde las ciencias sociales en su conjunto, pareciera que en Puno estos profesionales no existieran. Tampoco existe una propuesta plural con la concurrencia de profesionales,que se derive de una visión multidisciplinaria y por ejemplo , con esto no creo que la región y el municipio, en el futuro, tengan una política cultural coherente, que provenga del conocimiento de la realidad social, política, económica, delos medios de comunicación y sobre todo del impacto de la globalización sesgada, en un mundo donde no todos tienen la posibilidad de acceso a los medios espirituales, educativos, físicos y de lograr una cultura de cambio.

J.L.V.G.: Usted escribió una cábala y parece que los puneños no somos precisamente videntes, aludo a una de sus obras como una lisonja… parece que estamos condenados a no tener un voto serio, parece también que los puneños no sabemos cuál es el Puno que queremos para el futuro y mucho menos, lo saben, nuestros candidatos y en eso nos asemejamos mucho a las sociedades que tenían que consultar a los oráculos, solo que ahora las transnacionales y los grupos de poder nos quitaron los oráculos y peor aún, nos prohibieron la coca…y con ella nuestra cultura y nuestros proyectos a futuro o a fin de cuentas nos quitaron el futuro.

J.L.A.:Ese es el gran desafío que deben asumir las entidades que tienen a su cargo las diversas políticas culturales y necesariamente construir un proyecto para este siglo. Todo se inicia con el conocimiento de lo que es realmente Puno en su verdad social, unaregión con un crecimiento desigual, que es el segundo productor de oro, de gas, de lana, de energía eléctrica; pero que eso beneficia solamente a un pequeño grupo y no precisamente a los puneños. Las entidades comoel gobierno regional y el municipio deberían firmar un convenio para un siglo, a fin desarrollar acciones conjuntas y concomitantes. Entonces estaríamos hablando de una cultura política, de una refundación de los conceptos coloniales con que hasta ahora se han venido trabajando. Hay que entender de una vez para siempre que el desarrollo ha terminado, ningún país en el mundo se ha desarrollado en el siglo pasado, las únicas que se han desarrollado son las transnacionales que se devoran todo a su paso. Habrá que suscribir un nuevo pacto y un nuevo contrato social destinado no solamente a las actividades culturales, sino que todos tengan las mismas posibilidades sociales y económicas y reciban con el mismo derecho lo que se les ha negado durante siglos.

J.L.V.G: Es muy polémico lo que manifiesta, lo dice también Nassim Nicholas en el Cisne Negro “ningún estado o país se ha desarrollado durante las últimas décadas, las únicas que han crecido desmedidamente son las transnacionales, que a su vez han roto todas las fronteras de los viejos estados nación”; pero bajo esa percepción, nuestro sistema electoral sería una completa farsa, un escenario de títeres donde varios pinochos obedecen a un único Yepetto que tira de las cuerdas a su regalado antojo y se lleva los escasos fondos de los pobrecitos niños que quieren ver una función en donde el niño pobre se vuelve pudiente. Claro, es una parodia que Puno sea ese escenario, después de todo, los títeres no tienen conciencia, son autómatas como lo decía José Antonio Encinas. Con lo dicho ¿Cómo se imagina a Puno en veinte años si no se propone un apolítica cultural coherente con la realidad social del presente?

J.L.A.:A pesar de que el Perú seguirá siendo una colonia mientras no se renueven los partidos políticos y no se presente una insurgencia popular no solo Puno sino el Perú seguirá siendo una zona de saqueo. Nos seguirán diciendo que el Perú ha crecido, que la balanza de pagos esta en azul y que de aquí a 20 años el Perú será un país donde hayan terminado las diferencias sociales. Ese es un discurso colonizante y tiene el deseo de perpetuar el rumbo de ese proceso histórico que la clase dominante trazó para nosotros. Sin embargo reitero, un fantasma recorre al mundo, es el fantasma que permite desautorizar el conocimiento oficial, el canon consagrado como universal, los conceptos que deben ser modificados y sobre todo el sistema educativo que debe servir para educar para salir de la pobreza. Este hecho no será eterno, porque las fuerzas de las culturas andinas no solo han modificado al Perú y a Puno en el pasado, sino que resultan la reserva moral para salvar al Perú de este estado de postración y frustración colectiva. Este es el tiempo en que emergerán los ideólogos de un cambio distinto, llegaran los escritores herederos de Felipe Human Poma de Ayala y Gamaliel Chuarata quienes nos han enseñado que el poder de la cultura es invencible e inmanente a la condición humana y alos derechos humanos.

J.L.V.G.: Considerando lo anterior ¿Qué perfiles deben reunir los próximos gobernantes de Puno?

J.L.A.:En primer término deben recoger los proyectos culturales del pasado. El pasado es importante para plantear un esquema de trabajo para el presente y necesariamente considerar lo que se debe hacer en el futuro. Ningún trabajo de orden cultural deberá realizarse sin la participación de los actores delas culturas vivas, de sus organizaciones, de los intelectuales y de quienes manejan las ciencias sociales.

Una política cultural no puede ser una norma estricta sino lo suficientemente inteligente para entender por ejemplo que nada tiene que hacer con la festividad de la virgen de la candelaria, porque es una cultura viva que el pueblo tiene derecho a mantener tal y como la entiende. En síntesis estamos hablando de una refundación de la política y la cultura. De lo que debe ser Puno en el futuro a base de un foro en el que participen los más esclarecido investigadores sociales y que finalmente todas las entidades de Puno firmen un solo proyecto para salvar a Puno de la manipulación, del subdesarrollo intelectual y sobre todo de una mentalidad colonial que se expresa por ejemplo en los festejos de fundación española de Punoen donde se dieron los crímenes abominables del Conde de Lemos opuestos a esa lucha de reivindicación y de rescate de nuestra cultura que se dio el 04 de noviembre de 1780 con José Gabriel Tupac Amaru.