miércoles, 30 de marzo de 2011

LA ESCUELA Y LA DESCOLONIZACIÓN DE LA PALABRA


FOTOGRAFÍA EN EL NEVADO DEL ALLIN QHAPAC DE MACUSANI EL DÍA 29 DE MARZO RUMBO A UN CONGRESO DE MAESTROS DE LA PROVINCIA DE CARABAYA AL QUE ASISTIERO MÁS DE 2000 MAESTROS COMPROMETIDOS CON LA REIVINDICACIÓN DE SUS DERECHOS.

Escribe: José Luis Ayala | Cultural - 13 mar 2011


El proceso de descolonización del pensamiento oficial histórico, ha tomado un nuevo impulso con el libro: “Las luchas por la escuela in-imaginada del indio” (1), cuyo autor es José Luis Velásquez Garambel. Se trata de un asedio al continuo batallar de quechuas y aymaras por la “conquista” del derecho a leer y escribir en español, pero además, tener los mecanismos gráficos que maneja la cultura dominante. Así, durante muchos años, querer aprender a leer y escribir y más aún construir una escuela, era un delito. Muchas personas fueron castigadas, otras perseguidas, encarceladas y asesinadas, todo porque osaron aprender o trataron de enseñar un idioma que fue impuesto a la mala desde la invasión de España a América (12 de octubre de 1492, islas de las Bahamas llamada Guanahaní).
El libro de Velásquez Garambel tiene el firme propósito de terminar con el no siempre gratuito pongueaje cultural (2). Es decir, presenta una nueva visión totalizadora de un esfuerzo destinado a acabar con el abuso, la explotación y dominación cultural, a través de los mecanismos del poder, que se expresan también en el idioma, la religión y la escuela. El pongueaje cultural, muy arraigado desde la época de la colonia, se traduce en un terco servilismo opuesto a toda revisión de la historia y necesidad de una permanente contrainvetigación inteligente. Será difícil, mejor dicho imposible, que los últimos pongos, cambien de mentalidad porque es una forma de ser, es también una manera sutil de ganarse el sustento diario.
Si bien el tema central del libro de Velásquez Garambel viene a ser: “Escuela, movimientos sociales e indigenismo en el altiplano”, para tener una mayor amplitud en la información histórica, es preciso tener en cuenta las anteriores publicaciones por ejemplo de Jorge Mariano Cáceres-Olazo Monroy (3), importante investigador y docente universitario (tan poco citado por los investigadores peruanos). “La batalla por Puno” de José Luis Rénique, quien se ocupa respecto al conflicto agrario en los Andes puneños y “Rebeldes Aimaras” de Augusto Ramos Zambrano.
Todos en conjunto han demostrado tres hechos importantes: La continuidad de la lucha de quechuas y aymaras por tener acceso al poder de la palabra y a la educación oficial. Mantener las formas de participación y solidaridad humana, frente a un sistema depredador de manifiesta exclusión. Que detrás de las acciones de defensa frente al gamonalismo y explotación inhumana, no hubo “ideologías” que impulsaron los movimientos andinos. Naturalmente una pregunta llega puntual: ¿Cómo es ahora? Esa es responsabilidad de los nuevos investigadores sociales andinos, quienes antes de ocuparse de temas intrascendentes, deberían estudiar lo que sucede ahora para así avizorar el futuro.
Uno de los tantos aciertos de Velásquez Garambel, es sin duda citar a un cura colonialista a ultranza, nacido en Juliaca y fundador de “escuelas parroquiales” coloniales, quien con la thalla Isidora Catacora, en Ácora, defendió el dominio de España contra el Perú. José Erazo de Burunda, fue además “profesor” de Juan Basilio Catacora Heredia en la “escuela” del templo de La Concepción (4), hoy solo es posible reconocer algunos montículos de lo que eran los cimientos y las tumbas. Debido a los servicios contra revolucionarios y haber colaborado con la derrota, captura y asesinato de Isidro Mamani y Pascual Alarapita, José Erazo de Burunda consiguió ser nombrado tesorero del obispado de La Paz, debido fundamentalmente a los “servicios prestados a la Madre España”.
Es verdad lo que dice Velásquez Garambel en lo que se refiere a los movimientos sociales y la escuela entre 1860 a 1930. El mayor enemigo era sin duda el gamonalismo parasitario, las autoridades políticas y la Iglesia, porque además era dueña de varias haciendas. Sin embargo, los gamonales, curas conservadores, prefectos y subprefectos, no eran más que un eslabón. El problema era (es) un Estado-nación construido de espaldas a la realidad nacional y contra las grandes mayorías de ciudadanos excluidos. El análisis incluye la presencia de Juan Bustamante “El viajero”, Los sucesos de Pomata (1895, 1900), La Escuela de la Perfección de Telésforo Catacora, La escuela de Utawilaya de Manuel Z. Camacho, José Antonio Encinas y la Escuela Nueva, Rumi Maki y La sublevación de Wancho Lima (5). Faltaría incluir, posteriormente a José Portugal Catacora.
Un tema bastante polémico y discutible es el que se refiere al indigenismo. Para José Luis Velásquez Garambel: “Este es también -dice- un concepto, una postura, algo que solo existe en nuestro imaginario y existe desde la colonia. El indigenismo colonial puede ser considerado como paternalista y segregacionista. Aparte de su influencia en la promulgación de leyes protectoras de los indios que ‘se acatan pero no se cumplen’, y algunos notables experimentos evangelizadores como el de los jesuitas en Juli (Puno) y el de Paraguay, la defensa de los indios fue débil e inoperante a la política de los intereses dominantes”. (6) La otra palabra que ahora está en plena revisión (discusión) es la palabra indio. Nadie se llama ahora a sí mismo indio; sin embargo, depende quién diga a quién, indio.
En efecto, más que una ideología y un pensamiento, el indigenismo es una imposición conceptual, lamentablemente vigente en el canon académico. Es una palabra usada por la cultura dominante para segregar y hacer notar que se trata de un “conocimiento” y práctica cultural arcaica (Vargas Llosa). Llamarse ahora indigenista o indio, resulta francamente una impostura. ¿Qué es una impostura? Según el Diccionario de la Real Academia Española, es una imputación falsa y maliciosa. También, un fingimiento o engaño con apariencia de verdad.
Finalmente, el libro revisa una gran bibliografía respecto a los diarios y revistas publicadas en el siglo XX, especialmente en Puno. De modo que es posible coincidir en que esta corriente tuvo vertientes políticas, literarias, pictóricas, jurídicas y educativas, particularmente comprometidas para demostrar una cultura distinta y distante de la cultura oficial y dominante. Habría que agregar que fue fundamental la polémica entre Luis Alberto Sánchez y José Carlos Mariátegui, a la que se sumaron Guillermo Guevara, Luis E. Valcárcel, Gamaliel Churata, Guillermo Mercado, etc., etc. Ese hecho demostró que efectivamente, la universidad peruana estaba de espaldas a la realidad nacional. El hecho es que cuando José Antonio Encinas Franco, llegó a ser electo rector de la Universidad Nacional de San Marcos, instituyó el estudio de las ciencias sociales (7).
Resulta igualmente ilustrativo el hecho de que Velásquez Garambel, haya incluido un glosario correspondiente a conceptos claves como: Marginación, social, orden social, protestantismo, socialismo, clase social, propiedad (Derecho) y conservadurismo. Esos textos denotan una formación ideológica coherente, un lenguaje depurado y penetrante así como una toma de distancia de ideas ahora en desuso. En fin, “Las luchas por la escuela in-imaginada del indio”, de José Luis Velásquez Garambel, es también una muestra de lo que es capaz la Universidad Nacional del Altiplano. Los instrumentos de análisis que maneja y el aparato crítico, demuestran sobre todo la lectura de las últimas conquistas conceptuales de las ciencias sociales y además, es evidente que acudió a una depurada fuente de información.
Sin embargo, el tema es antiguo como actual: ¿Cómo es ahora la educación en el Perú? ¿En qué medida la educación ha contribuido para que seamos un país moderno y más justo? ¿Se puede hablar de indigenismo cuando está demostrado que se trata de un concepto que solo existe en la mentalidad dominante? ¿La educación peruana está destinada a descolonizar la mentalidad de maestros y educandos? Las respuestas bien pueden conformar un nuevo libro. Estamos seguros que José Luis Velásquez Garambel, como investigador serio y dotado de una mentalidad descolonizante, podrá en el futuro, tratar estos temas desafiantes como actuales.
BIBLIOGRAFÍA
1.- José Luis Velásquez Garambel. Las luchas por la escuela in-imaginada del indio. (Escuela, movimientos sociales e indigenismo en el altiplano). Universidad Nacional del Altiplano. 2010. Puno.
2.-Pongueaje cultural. Tema de actual discusión que señala a intelectuales baratos y serviles, quienes asumen inconcientemente (a veces), la defensa de la colonialidad del conocimiento y defensa de la cultura dominante.
3- Jorge Mariano Cáceres-Olazo Monroy. Se trata de un caso raro como injusto, todos los trabajos de este investigador puneño son muy importantes, se refieren a los conflictos sociales del siglo pasado en el Perú, así como a la importancia del Titicaca en el planeta.
4.- José Luis Ayala. Juan Basilio Catacora Heredia. Protomártir de la Independencia Americana. Página 87. Derrama Magisterial 2009. Lima.
5.- Wancho Lima.- Un libro que trata este tema es de Leoncio F. Mamani Coaquira. El pueblo aimara y los conflictos con el poder. I festival del Libro Huancaneño. Municipalidad Provincial de Huancané. Editorial Horizonte 1998. Lima.
7.-José Luis Velásquez Garambel. Las luchas por la escuela in-imaginada del indio. Página 113.
7.- José Antonio Encinas. La reforma universitaria en el Perú 1930-1932. Tipografía y Offset peruana S. A. 1973. Lima.

lunes, 7 de marzo de 2011

oquendo




CARLOS MENESES: "OQUENDO PODRÍA PERDER SU CASA"


El poeta Oquendo de Amat, autor del libro “Cinco metros de poemas”, el mismo que escribió los versos más sublimes en recuerdo de su madre, y que murió en soledad cuando sólo tenía 30 años de edad en el pueblo castellano de Navacerrada, puede quedar sin la casa de Puno donde nació en 1905. Vivimos tiempos en que la adoración al dinero se ha multiplicado. El poder pecuniario causa gozo a una breve cantidad de seres. Y hace sufrir a millones interminables de personas. La casa en la que nació el poeta se mantiene en pie tras haber sobrepasado un siglo, pero está en peligro de ser derruida, a pesar de que la directora del INC, Cecilia Bakula, firmó un documento en el que se da consideración de patrimonio cultural del Perú a esa vivienda. La culpa es de la ambición económica de su actual dueño, don Roger Salluca.

Cómo aceptar que la casa de un poeta exquisito, que está protegida por una resolución que la muestra como bien cultural, sufra la amenaza de destrucción y que las autoridades puneñas no intervengan ante tal amenazante calamidad. Es inexplicable. Hay otros aspectos vergonzosos. Por ejemplo en el pórtico de ese inmueble se había colocado en 2005 con motivo de los 100 años del poeta, una lápida de mármol con las inscripciones necesarias para recordarlo. Ese mármol ha desaparecido y nadie sabe quien lo tiene. La casa que se quiere tirar abajo estaba pensada para convertirla en Museo o en la Casa cultural de Puno. Si el actual dueño, que dice no saber que se trata de un edificio considerado patrimonio nacional, procede a destruir esa vieja vivienda para sustituirla por una galería comercial, se tendrá que interpretar como el triunfo de lo pecuniario sobre la sensibilidad y la inteligencia. Nada nuevo en estos tiempos. Y una derrota de las autoridades del lugar.

¿Por qué no interviene la Municipalidad ante esta bochornosa situación? ¿Por qué no frenan los representantes de la Cultura Regional de Puno, lo que puede ser un grave atentado contra la historia, la literatura? las nuevas generaciones tienen el derecho de conocer todo lo relacionado con el poeta que nació a orillas del lago Titikaka. La voz del poeta diciendo a su madre: “Tu nombre viene lento como las músicas humildes” o una mujer: “Por sembrar un beso / bajo la alta palmera de una frase tuya” Se sigue escuchando, no se ha apagado y se mantendrá por mucho tiempo. ¿Por qué no puede tener una suerte similar la casa en la que ese eximio vate nació en 1905? ¿No hay nadie que le haga entender al dueño de la casa, que la puede utilizar pero no derribar? Y no se trata de una persona que desconoce de leyes, es abogado y notario público en la provincia de San Román.