jueves, 21 de octubre de 2010

ALCALDES DE LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE JULIACA (1859-1926)

todos estos datos los puede revisar tambien el el diario "Los Andes"

Juliaca, con historia que proviene desde un Repartimiento hasta convertirse en la Cuarta Ciudad más poblada del Perú, tiene registros impregnados por los pocos historiadores a un total de 61 autoridades ediles desde que el año 1859 fue elevado a distrito. Sin embargo, este periodo está divido en dos etapas, la primera cuando fue nominada como Municipalidad Distrital de Juliaca teniendo a 23 alcaldes y desde el año 1926 en que fue creado la provincia de San Román hasta la actualidad, esta gran urbe ha tenido 38 alcaldes.


1.- José Mariano Soto 1859
2.- Rafael Ruiz 1882
3.- Pedro P. Chávez 1887
4.- Calixto Aréstegui (1º) 1889
5.- Diego H. Castillo 1890 y 1891
6.- Guillermo Rubatto 1892 y 1893
7.- Juan Abarca 1894
8.- Adrián Delgado 1895
9.- Andrés Ratti 1896
10.-Fortunato Gómez 1897
11.-Adrián Delgado 1898
12.-Antonio Turner 1899 – 1902
13.-Calixto Aréstegui (2º) 1903 – 1905
14.-Juan A. Cavagneri 1906 – 1909
15.-Enrique M. Briceño 1910 y 1911
16.-Juan Mariano Chávez 1912 – 1914
17.-Humberto L. Bracesco 1915 – 1917
18.-Pedro José de Noriega 1918 y 1919
19.-Arturo L. Blanco 1919 y 1920
20.-Rosendo Mostajo 1921
21.-Víctor Manuel Velásquez1922 – 1924
22.-José R. Emanuel 1925 y 1926
23.-Pedro Manuel de Noriega1926

ALCALDES DE LA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE SAN ROMÁN – JULIACA

1. Pedro Manuel de Noriega 1926 – 1929
2. Miguel N. Bedoya (1º) 1929 – 1930
3. Carlos I. Lavagna (1º) 1930 – 1931
4. Ruperto Cuba Paredes 1932 – 1934
5. Carlos I. Lavagna (2º) 1933 – 1934
6. Enrique P. Cáceres G. 1934 – 1935
7. Pedro E. Zuzunaga 1935 – 1936
8. Ladislao Butrón 1936 – 1937
9. Carlos I. Lavagna (3º) 1938 – 1939
10. Aurelio Cornejo B. (1º) 1940 – 1943
11. Miguel N. Bedoya (2º) 1945 – 1948
12. Carlos M. García 1949 – 1950
13. Aurelio Cornejo B. (2º) 1950 – 1952
14. Víctor Záferson M. (1º) 1953 – 1955
15. Mario Traverso Rivera (1º) 1956 – 1957
16. Aurelio Cornejo B. (3º) 1958 – 1959
17. Oscar del Carpio Valdivia 1959 – 1961
18. Víctor Záferson M. 1961 – 1962
19. Mario Traverso Rivera (2º) 1962 – 1963
20. Nicolás Barrientos Quiñónez 1963 – 1964
21. Luis Cáceres Velásquez (1º) 1964 – 1966
22. Luis Cáceres Velásquez (2º) 1966 – 1970
23. Aurelio Oblitas Aréstegui 1970 – 1973
24. Juan Benavente Revilla 1973 – 1975
25. Luis Cáceres Velásquez (3º) 1975
26. Alberto Wendorf Rodríguez 1975 – 1978
27. Abdón Benique Calla 1978 – 1980
28. Luis Cáceres Velásquez (4º) 1981 – 1983
29. Marcos Valencia Toledo 1984 – 1986
30. Arturo Bernal Salas 1987 – 1989
31. Vidal Chávez Lipa 1990 – 1992
32. Cliver Sanabria Serna 1993 – 1994
33. Samuel Larico Mamani 1994 – 1995
34. Pedro Cáceres Velásquez 1996 – 1998
35. Ricardo castillo Cáceres 1999 – 2002
36. Miguel Ramos Benique 2003 – 2006
37. David Mamani Paricahua 2007 – 2009
38. Rodolfo Umiña Cruz 2010

(1º) = Primera gestión
(2ª) = Segunda gestión
(3º) = Tercera gestión
(4º) = Cuarta gestión

Ley Nº 5463 Juliaca




El Presidente de la República, Por cuanto: El Congreso ha dado la ley siguiente:
Artículo 1º.- Créase en el Departamento de Puno una nueva Provincia que se denominará SAN ROMÁN.
Artículo 2º.- La nueva Provincia queda constituida por los distritos siguientes:
a) El del Cercado con su capital JULIACA que lo será también de la Provincia comprendiendo los pueblos y caseríos que se encuentran dentro de sus actuales límites.
b) Los del CARACOTO Y CABANA que se separan de la actual provincia del cercado de Puno, se incorporarán en la nueva provincia, conservando sus capitales.
Artículo 3º.- El Poder Ejecutivo organizará los servicios administrativos de conformidad con las leyes respectivas.
Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento Dado en la Sala de Sesiones del Congreso en Lima a los treinta y uno días de Agosto de mil novecientos veintiséis.
E. De la Piedra, Presidente del Senado, Jesús M:D Gonzales Senador
Secretario.-
Eduardo Escribeno Correa.
Diputado Secretario.- Por tanto: mando se imprima, publique, Circule y se le dé el debido cumplimiento. Dado en la Casa de Gobierno de Lima, a las SEIS DÍAS DEL MES SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS VEINTISEIS.-
Augusto B. Leguía – Presidente Constitucional del Perú.-
Manuel García – Secretario

HISTORIA DE JULIACA


Escribe: René Calsín Anco

La historia de Juliaca es milenaria, vasta, riquísima y aleccionadora.

POBLAMIENTO INICIAL.-


Hace diez mil años recolectores y cazadores empezaron a poblar tierra juliaqueña. Después, aparecían los pescadores. Con la agricultura y la ganadería, los recolectores se convirtieron en agricultores y los cazadores en pastores; además, se pasó de la vida errante al sedentarismo.

CULTURAS PUQUINAS.- Con la alfarería apareció la primera cultura, la cultura Qaluyo, después florecieron las culturas Pukara y Tiwanaku, también un desarrollo local, conocido como Cultura Waynarroque. Luego de estas sociedades puquinas, que ponderaron a la agricultura, se contó con la presencia de pobladores aymaras.

JULIACA QOLLA।-

Juliaca formó el reino aymara Qolla; por entonces en jurisdicción juliaqueña, lograron prestancia dos pueblos: Xullaca y Qoriwata. Estos pueblos contaron con varios enclaves; así, Xullaca tenía uno en Umapampa y otro en la zona aurífera de Carabaya, concretamente en Sangarara. En ese período se creo la Qashwa, se practicó un control vertical, se construyeron fortalezas y chullpas.


LA CONQUISTA INKA.-

Los cusqueños al mando de Pachacútec se enfrentaron con el ejército qolla dirigido por Chuchi Cápac. Tras las victorias en Ayaviri y Pucará, los inkas controlaron el territorio qolla y lo integraron al Qollasuyo.


LAS REBELIONES QOLLAS.-

Los qollas solían rebelarse, no estaban contentos con el dominio inka. Hubo tres rebeliones relevantes, la tercera fue la más importante. Según los historiadores esta rebelión empezó en 1471, al final del gobierno de Pachacútec, y concluyó en 1474, con el nuevo inka, con Túpac Inka Yupanqui.

LAS MUJERES CULLACAS Y EL REVÉS INKA.- En 1471 los cusqueños resultaron vencidos por los qollas en Huarmi Pukara, una fortaleza juliaqueña. Esta proeza qolla quedó reseñada por Juan de Santa Cruz Pachacuti, así: “sale del Cuzco un ejército muy poderoso de 12 mil hombres quechuas… Comienzan a pelear en Huarmi pucara con las mujeres cullacas, en donde aína fueron vencidos los quechuas del inka”. En 1474 Túpac Inka Yupanqui sofocaba esta rebelión.


LA HEGEMONÍA INKA.-

Con los inkas, Xullaca se convirtió en pueblo y tambo real, por el pueblo cruzaba el camino de los inkas। En esos años empezó la quechuización.


JULIACA COLONIAL।-

Luego de una incursión los hispanos lograron el control del Collao. Entre los sucesos trascendentes de ese período se cuentan a: La transformación del pueblo de Xullaca en repartimiento de Juliaca, el establecimiento de la doctrina de Juliaca, su despoblamiento por la mita de Potosí, la construcción del templo Santa Catalina, la conversión de Juliaca en “aldea de españoles e indios” y en cuartel de los Salcedo, y la incorporación al Virreinato de Buenos Aires.


LA EMANCIPACIÓN.-


Los juliaqueños participaron en diversas campañas por la emancipación peruana, siendo relevante la intervención en la revolución tupacamarista al mando del curaca Juan Cahuapasa, quien fue nombrado Justicia Mayor de Azángaro por el mismo José Gabriel Túpac Amaru.


JULIACA, DISTRITO DE LAMPA.- En los albores de la república Juliaca se convirtió en distrito de la provincia de Lampa. Simón Bolívar hizo su paso por Juliaca, pernoctaba el 4 de agosto de 1825. En el marco de la invasión boliviana en el río de Juliaca acontecía una jornada memorable para las armas peruanas en 1842.

JULIACA, DISTRITO DEL CERCADO DE PUNO.- Por el decreto del 2 de mayo de 1854, que creo la provincia del Cercado, el distrito de Juliaca pasó de la provincia de Lampa a la nueva provincia. Los episodios significativos para Juliaca fueron: Su reflorecimiento, el establecimiento de escuelas, la implantación del transporte ferroviario, la creación del Pueblo Nuevo, su conversión en centro de comunicaciones y de acopio durante la guerra del Pacífico, la instauración de la Festividad de Las Mercedes, la participación en la convulsión promovida por caceristas y pierolistas, la presencia de inmigrantes, la consecución del título de ciudad, la participación en sublevaciones campesinas, la aparición de publicaciones, la actuación del Grupo Juliaca y la provincialización de Juliaca.


JULIACA, CAPITAL DE LA PROVINCIA DE SAN ROMÁN।-


Después de 52 años de lucha por la provincialización de Juliaca, el 6 de setiembre de 1926 se promulgó la Ley N° 5463, que crea la provincia de San Román, con los distritos de Juliaca (capital), Caracoto y Cabana. Siete semanas después, el 24 de octubre, se inauguraba con solemnidad la flamante provincia. Entre los acontecimientos relevantes de los últimos 84 años tenemos: La instauración de la feria ganadera y comercial (1928), la irrupción del rijcharismo (1933), la acentuada migración iniciada hace siete décadas, la sublevación militar de 1948, la edificación del templo de La Merced, la instauración del transporte aéreo (1959), los sucesos de noviembre de 1965, y la instauración de centros de educación superior.

viernes, 1 de octubre de 2010

Manifiesto de Huancané


Los escritores y artistas puneños, reunidos en la ciudad de Huancané, el 24 de setiembre del año 2010, con ocasión del II Coloquio Literario de Escritores Huancaneños y el I festival de la Poesía escrita en Puno। Acordamos emitir el presente manifiesto a la Nación Peruana, teniendo en cuenta la responsabilidad histórica que nos corresponde, siendo los primeros años del siglo XXI।Los intelectuales puneños y poetas andinos, teniendo en cuenta el tiempo histórico que nos ha tocado vivir, concientes del rol que nos corresponde como voceros de nuestros pueblos y culturas; determinamos hacer conocer nuestras preocupaciones sociales y suscribimos libremente, el presente pronunciamiento que ineludiblemente debemos emitir.1.- Perú es una nación convertida en una neocolonia, debido a la implementación de una política neoliberal al servicio de las transnacionales que excluye a las grandes mayorías nacionales. Esta política impuesta desde las metrópolis económicas, ha acrecentado la exclusión, la miseria como pobreza social y solamente ha beneficiado a una pequeña minoría. Así, el Perú es ahora una Republica escindida y empobrecida pese a tener un territorio tan rico, está hoy poblado por familias que solo tienen lo mínimo para sobrevivir, realidad que desgraciadamente engendra la violencia como respuesta a la exclusión.2.- La ausencia de una coherente política cultural corresponde al hecho de que el Estado-nación haya renunciado a sus funciones inherentes. Esa responsabilidad le ha encargado a las empresas y lo único que hacen es usar la cultura para lucrar y vender sus productos. Una nueva política cultural significa la modificación de la Constitución Política del Perú y esa es una tarea pendiente.3.- La creación del Ministerio de Cultura, es una improvisación determinada para mantener al país con una mentalidad colonizada. De allí la necesidad de descolonizar el poder, desustructurar la mentalidad dominante y, sustituir la coloniedad por un sistema educativo con una mentalidad crítica y libertaria.4.- Las justas protestas populares y regionales en defensa de las riquezas nacionales, han sido judicializadas y criminalizadas. Además, la respuesta a los reclamos ciudadanos, tiene como sustento una sistemática violencia que ha produciendo muchas muertes. Detrás de las órdenes a matar a ciudadanos que participan en las protestas, hay sin duda un criterio racista y de exterminación.5.- Losa intelectuales y escritores peruanos, somos solidarios teniendo en cuenta que en otras partes de América, hay hermanos que luchan por sus derechos sociales, políticos y culturales. Así, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo mapuche chileno, que desarrolla una lucha desigual pero heroica por sus derechos inmanentes.6.- El sistema educativo peruano es de corte colonial. Toca a los intelectuales, escritores, periodistas y maestros, realizar esfuerzos por descolonizar la matriz política, cuestionar el pensamiento dominante y desautorizar a quienes se irrogan el derecho de hablar en nombre de las grandes mayorías, marginadas y empobrecidas.7.- ¿Cuál es la responsabilidad de los escritores peruanos en el siglo XXI? El Estado-nación ha sido incapaz de plantear una política cultural descentralizada y un sistema republicano con una visión de futuro. Entonces, estamos frente de un desafío ineludible. Es preciso unirnos para realizar un trabajo que responda a tres preguntas concretas: ¿Qué hemos sido? ¿Qué somos? ¿Qué queremos ser? Las respuestas a estas cuestiones básicas, resulta ser un proyecto histórico al que debemos responder y así refundar la política, refundar la educación y finalmente refundar la Republica Peruana.José Paniagua Núñez, José Luis Ayala, Gloria Mendoza Borda, Jorge Flórez-Áybar, Boris Espezúa Salmón, Feliciano Padilla Chalco, Julio Abelardo Luza Gironzini, Carmen Luz Ayala Olazával, Aurelio Medina Pacheco (Moshó), Fidel Mendoza Paredes, Eddy Oliver Sayritupa Flores, Walter Paz Quispe Santos, Hernán Gil, Fernando Chuquipiunta Machaca.


http://lasillaprestada.blogspot.com
Foto: Gloria Mendoza, durante lectura poética en Huancané

Omar Aramayo: La regionalización es un cuento para niños y la cultura para nada sirve en Puno


ENTREVISTA: José Luis Velásquez Garambel

J.L.V.G.: Los astros se han alineado por esa energía cósmica y cinética que caracteriza al lago Titicaca, y el Quasar, el poeta, narrador, folklorólogo e intelectual multifacético Omar Aramayo, arribó a esta ciudad hace apenas unas cuantas horas, regresó de un viaje por la ceja de selva de Puno donde estuvo en contacto con la naturaleza y con la geografía humana del sector más olvidado y postergado de nuestra región.
Con la intención de saber su opinión acerca del desarrollo humano, cultural y económico de la región le solicitamos una entrevista para el diario Los Andes, a la misma que accedió con la cortesía y el compromiso con Puno que le caracterizan desde siempre. Aquí su opinión.
Dr. Omar Aramayo, es usted un intelectual que sobrepasa las fronteras del imaginario cultural de nuestro país, su trayectoria ha hecho que los puneños nos sintamos orgullosos de ese cliché de “Tierra de Artistas y de Poetas”; sin embargo quienes desarrollamos cierta actividad cultural sabemos que las autoridades de esta región hacen muy poco por desarrollar y promover cultura, en este sentido ¿Cómo observa el desarrollo cultural y político de la región Puno? Y ¿Es necesaria una política cultural para la región Puno?


O.A.: El desarrollo de la cultura en Puno, es y ha sido desde siempre, espontáneo, sin ningún estímulo de parte de una política de estado, sin una política de la municipalidad o del gobierno regional. No hablo de hechos aislados, de eventuales circunstancias propiciadas para adornar programas celebratorios; y digo “adornar”, en el sentido de como cuando una hojita de lechuga adorna al cebiche. Esto se debe a que a estas instancias acceden por lo general personas impreparadas, de una sensibilidad torpe, y finalmente sin amor al capital simbólico de la patria, que podría resultar aun más importante que el patrimonio material, por cuanto el primero es la mente y segundo es el cuerpo, y el cuerpo debe obedecer a la mente; y no, al revés.


Felizmente el gen puneño es creativo y aun en los momentos más críticos, en las coyunturas más espectaculares y dramáticas, tiene una afloración diáfana, cristalina, de grandes expresiones. Solo mencionaré al ceramista pucareño Eladio Orcoapaza, uno de los grandes creadores del Perú del siglo XX, completamente desconocido en Puno, y que acaba de partir; y al mascarero Edwin Loza, reconocido afuera y ninguneado en la propia tierra. Podría hacer una larga relación de puneños ilustres, intelectuales de nivel latinoamericano que viven en Lima, y que Puno no los reconoce y no sé si exista una voluntad de reconocerlos como hijos suyos, a pesar que su pensamiento e inspiración cotidiana sea la tierra que los vio nacer. Por ejemplo, acaban de fallecer el gran maestro Edgar Valcárcel, tanto como su primo hermano el poeta Alberto Valcárcel, sin que Puno les haya dicho adiós, un adiós digno y civilizado.


J.L.V.G.: Lo que dice usted es cierto, y es muy lamentable que no exista una sensibilidad que nos permita desarrollar espiritualmente una valoración del “capital simbólico” o “capital cultural”, además de un aparente desprecio al sector sensible y pensante del país, sin embargo muchos técnicos creen que el cemento es desarrollo, que la infraestructura es sinónima de calidad de vida o de desarrollo, por ejemplo en Puno nos han hecho creer que uno de los proyectos como el de la carretera Interoceánica traerá desarrollo a la región, ¿qué riesgos trae consigo este proyecto tan anhelado por los puneños?


O.A.: La palabra desarrollo tiene un cierto embrujo seductor ante el cual nos rendimos en los países subdesarrollados, en los países del primer mundo son más cautos. El desarrollo nos trajo el fenómeno invernadero, también nos ha traído la desertificación de los bosques, la contaminación de los ríos. La contaminación del Mantaro es uno de puntos más críticos a nivel mundial, en importancia el séptimo de una vergonzante lista. Cuando pensamos en la integración con el Brasil no pensamos si ese desarrollo habrá de favorecer mas al gigante sudamericano o a esta zona infra desarrollada. En todo caso no será una relación de pares, quien dará más y quien recibirá menos. Traerá desertificación, contaminación, además una invasión cultural de los estratos más bajos de un pueblo que busca expandirse e imponerse por donde transita. Sería bueno revisar de cómo el Brasil se hace de las cataras de Iguazú y por lo tanto de la hidroeléctrica de Itaipu, a expensas del sacrificio y el infra desarrollo histórico del Paraguay como nación.

En ese sentido, la tarea de los políticos debe ser la de construir un escudo cultural, de formas y contenidos, de idiosincrasia e identidad, que pueda soportar la invasión brasilera. Del Brasil no llegarán, en las primeras oleadas, los académicos, los artistas, las garotas deI panema, los productores de O Globo, los cantantes y compositores de bossa nova, los vanguardistas de la moda y la creatividad, no. No será así. Llegarán personajes ávidos de enriquecerse, y cuán pronto sea mejor, inescrupulosamente; empresarios águilas, extractores, depredadores; toda suerte de aventureros y el lumpen que pueda colarse, toda la grava social de arrastre. Los técnicos tendrían que atender estas previsiones. Tendrían, también, los técnicos, antes de entusiasmarse con la inundación y sacrificio de tantas hectáreas de bosque y con el financiamiento brasilero, que el Perú ha sido siempre exportador de materia prima, país depredado históricamente por buscadores oro, guano de isla, salitre, caucho, y ahora energía eléctrica, extracción que nunca pudo lograr la sedimentación de capitales nacionales. No basta entusiasmarse con trabajo que durarán cinco u ocho a años y que al final solamente dejaran un espejismo.


J.L.V.G.: Bueno, es ciertamente un riesgo que encierra muchísimo peligro, es decir que la interoceánica puede ser un instrumento a través del cual nos penetrarán culturalmente y no hemos desarrollado ninguna política para resistir eso, en donde la cultura de nuestros pueblos originarios serán arrasados. Además de que no tenemos ciudades bien constituidas culturalmente hablando. ¿Cómo observar, desde una perspectiva más amplia, el concepto de “ciudad moderna”, qué nos falta para ser ciudad? Pues para muchos no dejamos de ser aldea.


O.A.: Las autoridades, en términos generales, y los candidatos de la coyuntura, los partidos y movimientos, no tienen un planteamiento serio, claro, para la capital de la región, y menos en las provincias, o en los distritos más humildes, los siguientes aspectos: Qué clase de ciudad queremos. No existe visión, tampoco misión. En los pueblos cercanos a las mineras, donde hay contacto con las empresas constructoras de caminos carreteros, por ejemplo, las autoridades se han convertido en marionetas de los gerentes, monitos de organillo, peseteros que han expuesto al medio ambiente y a sus poblaciones. Puno, como región, cuna de varias culturas prehispánica, paqharina sagrada de los incas, donde se seleccionaros especies zoológicas y botánicas, fuente demográfica inagotable e inmarcesible, tierra de artistas y portas, como dice la marinera de Jorge Huirse, merece un destino. Desgraciadamente los políticos, usan una fraseología cultura gastada, parasitan la cultura cada vez que les ocurre, usan tropas de zampoñistas borrachines para cada campaña para luego darles una patadita en los fundillos, en el mejor estilo presidencial. No son capaces de implementar una biblioteca para jóvenes, niños, o mayores, como Dios manda.

J.L.V.G.: Una ciudad moderna solamente podrá edificarse con seres humanos que gocen de salud, salud mental y física, salud social. Sin analfabetos reales ni funcionales (pero de verdad), con seres humanos que vean en la educación un camino que no tiene final, con una educación que conducente a la cultura, a la cultura de vivir confortablemente, espiritual y física. Luego viene lo demás. Más alma, Padre, menos cemento, y sea por los siglos de los siglos.Usted vive desde hace muchos años en la ciudad de Lima, en donde además desarrolla una intensa actividad como hombre de prensa, ¿cómo se observan las gestiones que han gobernado la región desde eso a lo que los provincianos llamamos “centro”?


O.A.: El Perú es un país cada vez más incomunicado, debido a su sistema administrativo caótico y obsoleto, sin calificación, sin regulación, sin acreditación. Por eso se produjo el arequipazo, y el moqueguazo, y el baguazo. La comunicación era antes más difícil pero más eficiente. La aldea global, no existe tanto como se cree (crédulos y repetidores somos), o en todo caso no está funcionando como debería aun. La incomunicación a nivel nacional es muy grave, de arriba abajo y de abajo arriba, no hay una voluntad para escuchar. Al mismo tiempo hay un problema de ciudadanía, el propio presidente de la república lo ha puesto en evidencia, si haber rectificado hasta el momento su frase ciudadanos de segunda categoría. En realidad todos los provincianos, los grupos étnicos, las nacionalidades interiores, forman ese estrato, ciudadanos de segunda clase. En todo caso, la comunicación entre los ciudadanos de primera, segunda y tercera clase, es sumamente difícil y a veces imposible, está delimitada por abismos de silencio e indiferencia, y aun de desprecio. Es un problema complejo, donde hay muchos factores por dilucidar y afrontar. En esa dirección, los conductores del gobierno regional no han entendido todavía sus competencias, la primera de ella es crear un estado regional, para articular todas las partes de este poderoso centro demográfico, que es Puno; para luego entender su compleja composición y creatividad cultural. Atendiendo puntualmente tu pregunta las provincias no existen para Lima, para eso basta preguntar a quien deben y tienen que tramitar presupuestos en el MEF, solamente los más hábiles son escuchados. La sinfónica nacional, el coro del estado, el Museo de la nación, las actividades culturales solamente existen para Lima. Descentralismo no hay, aunque muchos lo crean. Pero eso es parte de la responsabilidad de entidades como el gobierno regional, de crear una cultura que no necesite de Lima y de ningún otro centro, que no sea dependiente, que no sea un apéndice, de esa ciudad macrocefalica y caótica, una medusa, que se llama Lima.

J.L.V.G.: Dr. Omar, una última pregunta, ¿qué aspectos deben priorizarse en un proyecto político sólido para la región Puno?


O.A.: La creación de una agenda política para los próximos diez o veinte años, es obra colectiva, donde será necesario despojarse de casaquillas políticas o de grupo. Una ciudad post moderna requiere considerar igualdad de oportunidades para las grandes mayorías, contemplar el bien común. Pensar en los niños y en los jóvenes, no solo de aquellos que viven en las ciudades, pensar preventivamente en los que mueren de frió o de hambre, reducir la mortalidad y morbilidad infantilidad, contemplar programas de salud bucal, por ejemplo. Sin salud preventiva no hay vida asegurada, lo primero es contemplar proyectos de salud total. Evitar el asistencialismo de las ONGs, es tan peligroso y maligno como la ludopatía de los niños pobres adictos a los juegos electrónicos en quienes se genera adicción patológica y pérdida de tiempo histórico. Hagamos ciudadanos saludables, educados, cultos, críticos y estaremos haciendo patria.


Por otra parte se necesita una revolución en la educación, la educación en el Perú no tiene alma, no tiene grandes ideales, hay que dotarle de ellos, buscar en la pedagogía regional cuales fueron los modelos y contenidos para actualizarlos y hacer programas prospectivos. Necesitamos una sociedad prospectiva, que se adelante a su tragedia y que vislumbre un futuro equitativo y de calidad material y mental.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

José Luis Ayala: “Los gobernantes deben poseer una vasta imaginación que les permita tener una imagen de los puneños de toda la región

Entrevista: José Luis Velásquez Garambel

Con el motivo del segundo festival de literatura huancaneña que se llevó a cabo el pasado jueves arribó a nuestra ciudad el poeta y periodista José Luis Ayala, nos reunimos con él y logramos una entrevista sobre política y cultura para Los Andes. Sin duda un tema de coyuntura que vulnera las propuestas de los diversos candidatos al gobierno regional y a las diversas municipalidades de nuestro escenario político.

J.L.V.G: En los últimos días, se ha notado una intensa preocupación por articular casi desesperadamente un discurso que contente o agrade a todos los sectores de la ciudadanía local y regional, y claro, el tema cultural no escapa a ello, de ese modo se han improvisado propuestas para “potenciar” el tema cultura, bajo lo mencionado ¿Cómo observa José Luis Ayala el tema este, que para los puneños es fundamental? O bueno, en todo caso ¿Cómo y qué debemos entender por política cultural?

J.L.A: La política cultural es parte de las políticas que todo estado nación posee y desarrolla, para garantizar un bienestar integral de la ciudadanía. Todos los estados naciones en el mundo consecuentemente tienen un diseño, una práctica y una proyección de su política cultural, esto, obviamente en relación a sus intereses y proyectos históricos. Los estados naciones que dicen no tener una política cultural renuncian expresamente a ese derecho de independización o de liberación o de descolonización de alguna hegemonía, es decir siguen a merced de las transnacionales, y obviamente no tienen ningún tipo de autonomía.

Los estados naciones como el Perúno lo expresan en su constitución política, pues son y seguirán siendo países“colonializados”, de modo que los intereses culturales dominantes prevalecerán siempre sobre los intereses de las culturas excluidas.

J.L.V.G: Esto implica que un estado que no posee un proyecto político cultural se halla siempre bajo la merced del dominio cultural extranjero, en todo caso, estamos condenados a ser una colonia cultural alienada y enajenada o inauténtica, en ese sentido, ¿Cómo debe estructurarse una política cultural adecuada para el Perú, sin la participación de intereses ajenos a nuestra soberanía?

J.L.A. El gran desafío en el siglo XXI es necesariamente establecer una nueva constitución política descolonizada. Eso implica descolonizar el poder, desestructurar el conocimiento oficial y por ejemplo convertir a la “universidad” en una “pluriversidad”. Se trata de un planteamiento nuevo para desestructurar el predominio del conocimiento occidental y sustituirlo por el conocimiento de la realidad cultural multiétnica. El hecho de teorizar sobre cómo hacer posible que podamos implantar una política distinta cultural puede partir de tres preguntas básicas: ¿Qué hemos sido?¿Qué somos? y ¿Qué queremos ser en el futuro? Pero estas respuestas no sólo pertenecen al diseño de unapolítica cultural, sino a la política económica social y al diseño de qué clase de país queremos construir en el siglo XXI. En otras palabras, la política cultural es parte de la política agraria, de la política de relaciones exteriores, de modo que no se trata de un hecho aislado sino de un todo, de un conjunto en el que la política cultural se ocupa fundamentalmente del sistema educativo peruano.

J.L.V.G: La escuela siempre ha sido un instrumento de dominación cultural en los conceptos de Augusto Salazar Bondy, y ha servido para preservar y masificar los modelos sociales que un determinado grupo de poder implementa durante su gobierno, en ese sentido desear una escuela democrática y con maestros profesionales es casi un verdadero imposible, bien en todo caso ¿Cómo debe uno imaginarse un sistema educativo efectivo para el siglo XXI?

J.L.A. Este es el desafío para los educadores, los intelectuales y los políticos. Hasta ahora no existe una propuesta educativa para el siglo XXI que globalice y recoja las experiencias del pasado, analice el presente y proponga un sistema educativo crítico, liberador, pero fundamentalmente descolonizante. Entonces este es un tema nuevo en el que necesariamente tenemos que analizar, discutir y proponer al estado nación un sistema educativo absolutamente distinto al actual y a todos los proyectos fracasados del pasado.

Entonces habrá que cuestionar al poder político, a la matriz, al patrón que hasta ahora ha diseñado una educación para la pobreza y la miseria, para que los niños y los jóvenes no tengan la capacidad de transformar al Perú. En síntesis hay que refundar la educación, refundar la política y refundar el estado nación. Hay que, necesariamente, acudir a la epistemología que es la ciencia del conocimiento, a la semántica, a la antropología cultural y entender que una política cultural para el Perú, tiene necesariamente que estar de la mano con las otras políticas del estado. Educar para formar generaciones del relevo con conciencia crítica, capaces de llegar al poder para transformar al Perú, eso es una política cultural y es precisamente lo que nunca hemos hecho.

J.L.V.G.: Obviamente el tema educación depende de sobremanera de la tendencia política que le imponga el grupo de poder en hegemonía, lastimosamente en nuestro país desde hace buen tiempo los grupos de poder buscan embrutecer al pueblo, hacerlo más sumiso para que nadie proteste y para que no nos demos cuenta que cada vez nos dejan sin nada, sin reservas, sin recursos naturales y por si fuera poco hasta nos despojan de lo más valioso, conciencia y “cultura” histórica.

J.L.A.: Lo primero que hay que entender es que la cultura es un poder, pero que a su vez no es una sola manifestación, sino una expresión plural. De modo que hay cuatro clases de culturas: la cultura dominante, la cultura dominada, la cultura de la alienación y la cultura de la liberación. Cuando se discute la ideología de la cultura dominante estamos hablando de la cultura del sistema que vine a ser, la cultura que aplica, por ejemplo Alan García, que convierte al Perú en una colonia no solo económica y social sino fundamentalmente en una colonia cultural. A ese hecho hay que adicionar la judicialización de los movimientos populares que salen en defensa de sus intereses y de sus culturas, entonces la orden es matar; pero en ese subconsciente se expresa perfectamente el hecho de la exterminación cultural, por eso es que se sancionan y penalizan a todos los que protestan en defensa de la ecología, el respeto de las reservas naturales y hasta por los derechos fundamentales de los otros.

En este país nadie respeta nada, todos y especialmente los gobernantes buscan llenarse los bolsillos a costa del hambre de los más necesitados, de los más pobres y para lograrlo le quitan o le niegan a uno la cultura.

J.L.V.G.: Volvamos a Puno, que como otras regiones del país ha sido golpeado por movimientos radicales como Sendero Luminoso y hasta por las fuerzas armadas del estado, y en donde además las diversas autoridades elegidas no han jugado un rol conciliador y mucho menos han desarrollado políticas realmente inclusivas, socialmente hablando; es decir Puno, es un escenario post conflicto en donde muchas de esas secuelas no se han borrado, de tal modo que concebir un modelo de desarrollo en estas condiciones trae efectos como los acontecidos en Ilave, Asillo, lugares donde la violencia colectiva se desborda y provocan además imágenes detestables de nuestros sistemas gubernamentales y el sistema educativo se ha empleado para crear más brechas y lo peor se ha logrado desprofesionalizar a los maestros.

J.L.A.:Lo que sucede en Puno, sucede en mucho pueblos de América latina, de modo que podemos analizar desde el centro a la periferie y viceversa, este último tiempo que señala el comentario viene a ser el tiempo de la violencia, de la exclusión; pero, también de las respuestas culturales y persistencia de la memoria milenaria, concretamente en Puno, el aporte de la educación oficial y muy particularmente el delos profesores ha sido deficiente, porque en Puno hay una educación colonial, que solo reproduce patrones que los gobiernos desean que se reproduzcan. Pero eso se da en todo el Perú; sin embargo, no cabe duda que en este escenario se ha fortalecido el concepto de nación aymara. Hay intelectuales que hablan desde ese concepto étnico; pero que les falta teorizar sobre una ideología destinada a descolonizar el poder. Eso no lo van a aprender en la universidad ni menos en los textos oficiales, para hacerlo tienen que recoger los proyectos educativos del pasado del orden marginal, esos que jamás fueron tomados en cuenta, porque precisamente se fecundaron en el corazón mismo del pueblo, y en base a ello se tiene que teorizar respecto a lo que debe ser en lo sucesivo una política cultural que subvierta el orden del pasado.

Entonces estamos hablando de un “contraconocimiento”, de una “contrainvestigación”, de una desestructuración de un sistema educativo que solo ha servido para perpetuar la exclusión de una gran mayoría. Este es un fantasma que recorre de nuevo el mundo al que habrá que sumarse y necesariamente teorizar sobre la ideologización de este sentimiento de orden mundial y latinoamericano que yo percibo en Puno con mucha vigencia y vigor, y a esto tienen que apuntar las propuestas políticas a futuro.

En Puno se han dado cambios sustantivos y ya no es el Puno de FrancoisBorricaud y mucho menos de José Matos Mar, ya no hay haciendas y ya no se está bogando por San Gabán, por vías de comunicación o por una reforma agraria que permita una inclusión social. Puno es ahora de los jóvenes intelectuales que deben redefinir conceptos obsoletos que se vienen repitiendo y deben crear un nuevo lenguaje en base a la dialéctica andina y que en síntesis nos haga repensar en el concepto de permanencia y cambio.

J.L.V.G: Efectivamente, en las décadas pasadas se tenía una agenda Puno, ahora no hay un plan estratégico real, no se tiene una idea de modernidad para puno, cada quien tiene su propia idea de modernidad, en ese sentido, ¿Usted cree que los proyectos de desarrollo que están gestando los políticos tradicionales no tienen una visión coherente con el futuro?

J.L.A.: Habría que empezar analizando esa propuesta incoherente y ahistórica que viene a ser el deseo de federar Puno. Me refiero en este punto, porque ese es el pensamiento político cultural oficial. Yo no he encontrado en esta campaña política de elecciones municipales y regionales ninguna propuesta seria y que considere además a las culturas como un elemento básico de identidad y al mismo tiempo respete a la otredad, en este sentido creo que no hay analistas que sean capaces de proponer una política cultural para el municipio y opara la región, hay ideas dispersas y vagas; pero no hay un planteamiento desde el punto de vista de la antropología cultural o desde las ciencias sociales en su conjunto, pareciera que en Puno estos profesionales no existieran. Tampoco existe una propuesta plural con la concurrencia de profesionales,que se derive de una visión multidisciplinaria y por ejemplo , con esto no creo que la región y el municipio, en el futuro, tengan una política cultural coherente, que provenga del conocimiento de la realidad social, política, económica, delos medios de comunicación y sobre todo del impacto de la globalización sesgada, en un mundo donde no todos tienen la posibilidad de acceso a los medios espirituales, educativos, físicos y de lograr una cultura de cambio.

J.L.V.G.: Usted escribió una cábala y parece que los puneños no somos precisamente videntes, aludo a una de sus obras como una lisonja… parece que estamos condenados a no tener un voto serio, parece también que los puneños no sabemos cuál es el Puno que queremos para el futuro y mucho menos, lo saben, nuestros candidatos y en eso nos asemejamos mucho a las sociedades que tenían que consultar a los oráculos, solo que ahora las transnacionales y los grupos de poder nos quitaron los oráculos y peor aún, nos prohibieron la coca…y con ella nuestra cultura y nuestros proyectos a futuro o a fin de cuentas nos quitaron el futuro.

J.L.A.:Ese es el gran desafío que deben asumir las entidades que tienen a su cargo las diversas políticas culturales y necesariamente construir un proyecto para este siglo. Todo se inicia con el conocimiento de lo que es realmente Puno en su verdad social, unaregión con un crecimiento desigual, que es el segundo productor de oro, de gas, de lana, de energía eléctrica; pero que eso beneficia solamente a un pequeño grupo y no precisamente a los puneños. Las entidades comoel gobierno regional y el municipio deberían firmar un convenio para un siglo, a fin desarrollar acciones conjuntas y concomitantes. Entonces estaríamos hablando de una cultura política, de una refundación de los conceptos coloniales con que hasta ahora se han venido trabajando. Hay que entender de una vez para siempre que el desarrollo ha terminado, ningún país en el mundo se ha desarrollado en el siglo pasado, las únicas que se han desarrollado son las transnacionales que se devoran todo a su paso. Habrá que suscribir un nuevo pacto y un nuevo contrato social destinado no solamente a las actividades culturales, sino que todos tengan las mismas posibilidades sociales y económicas y reciban con el mismo derecho lo que se les ha negado durante siglos.

J.L.V.G: Es muy polémico lo que manifiesta, lo dice también Nassim Nicholas en el Cisne Negro “ningún estado o país se ha desarrollado durante las últimas décadas, las únicas que han crecido desmedidamente son las transnacionales, que a su vez han roto todas las fronteras de los viejos estados nación”; pero bajo esa percepción, nuestro sistema electoral sería una completa farsa, un escenario de títeres donde varios pinochos obedecen a un único Yepetto que tira de las cuerdas a su regalado antojo y se lleva los escasos fondos de los pobrecitos niños que quieren ver una función en donde el niño pobre se vuelve pudiente. Claro, es una parodia que Puno sea ese escenario, después de todo, los títeres no tienen conciencia, son autómatas como lo decía José Antonio Encinas. Con lo dicho ¿Cómo se imagina a Puno en veinte años si no se propone un apolítica cultural coherente con la realidad social del presente?

J.L.A.:A pesar de que el Perú seguirá siendo una colonia mientras no se renueven los partidos políticos y no se presente una insurgencia popular no solo Puno sino el Perú seguirá siendo una zona de saqueo. Nos seguirán diciendo que el Perú ha crecido, que la balanza de pagos esta en azul y que de aquí a 20 años el Perú será un país donde hayan terminado las diferencias sociales. Ese es un discurso colonizante y tiene el deseo de perpetuar el rumbo de ese proceso histórico que la clase dominante trazó para nosotros. Sin embargo reitero, un fantasma recorre al mundo, es el fantasma que permite desautorizar el conocimiento oficial, el canon consagrado como universal, los conceptos que deben ser modificados y sobre todo el sistema educativo que debe servir para educar para salir de la pobreza. Este hecho no será eterno, porque las fuerzas de las culturas andinas no solo han modificado al Perú y a Puno en el pasado, sino que resultan la reserva moral para salvar al Perú de este estado de postración y frustración colectiva. Este es el tiempo en que emergerán los ideólogos de un cambio distinto, llegaran los escritores herederos de Felipe Human Poma de Ayala y Gamaliel Chuarata quienes nos han enseñado que el poder de la cultura es invencible e inmanente a la condición humana y alos derechos humanos.

J.L.V.G.: Considerando lo anterior ¿Qué perfiles deben reunir los próximos gobernantes de Puno?

J.L.A.:En primer término deben recoger los proyectos culturales del pasado. El pasado es importante para plantear un esquema de trabajo para el presente y necesariamente considerar lo que se debe hacer en el futuro. Ningún trabajo de orden cultural deberá realizarse sin la participación de los actores delas culturas vivas, de sus organizaciones, de los intelectuales y de quienes manejan las ciencias sociales.

Una política cultural no puede ser una norma estricta sino lo suficientemente inteligente para entender por ejemplo que nada tiene que hacer con la festividad de la virgen de la candelaria, porque es una cultura viva que el pueblo tiene derecho a mantener tal y como la entiende. En síntesis estamos hablando de una refundación de la política y la cultura. De lo que debe ser Puno en el futuro a base de un foro en el que participen los más esclarecido investigadores sociales y que finalmente todas las entidades de Puno firmen un solo proyecto para salvar a Puno de la manipulación, del subdesarrollo intelectual y sobre todo de una mentalidad colonial que se expresa por ejemplo en los festejos de fundación española de Punoen donde se dieron los crímenes abominables del Conde de Lemos opuestos a esa lucha de reivindicación y de rescate de nuestra cultura que se dio el 04 de noviembre de 1780 con José Gabriel Tupac Amaru.

viernes, 6 de agosto de 2010

sobre beso de lluvia



Un tema siempre difícil ha sido el hablar de un sistema curricular propio y pertinente a nuestro medio; se ha criticado que el DCN que emanaba el gobierno a través del Ministerio de Educación obedecía a otra realidad y que a ello se debían los índices desfavorables de las evaluaciones internacionales en las que nuestro país aparecía en los últimos lugares. Sin embargo las disposiciones del mismo gobierno en relación a políticas y enfoques educativos permiten desarrollar democráticamente potencialidades regionales, en nuestro caso con el gran impulso de una organización como CARE – Perú, que ha hecho suya esta preocupación y que a través de diversas actividades y talleres, que se han desarrollado durante años de trabajo, ha logrado estructurar junto a la Región de Educación de Puno el Proyecto Curricular Regional (PCR), el mismo que encuentra su asidero en la búsqueda del diálogo (ya en sus dimensiones filosóficas orientadas hacia las concepciones interculturales y en las nuevas tendencias de la pedagogía contemporánea, así como en modelos culturales diversificables), del conocimiento universalizable y los valores antrópicos que están presentes en toda cultura (que son además las únicas que nos hacen indiferenciables a los uno de los otros, es decir nos hacen humanos ante todo).

Por lo anterior es que a fines de Agosto del 2007 fui convocado por CARE – Perú (Puno), para desarrollar la sistematización de lo ha venido a ser parte de mi preocupación (los estudios regionales, específicamente las literaturas regionales), de ese modo aprovechando la huelga universitaria de dicho semestre tuve la oportunidad de organizar los documentos que empleaba para mi dictado del curso de Literatura Regional en la Universidad Nacional del Altiplano, abandonar un poco las luchas sindicales por un fin acaso tan alto como el de ser parte de la construcción de un modelo que nos permita, a los púnenos, ser más de lo que hemos sido. Es cierto, el trabajo en parte ya estaba hecho; sin embargo había que otorgarle organicidad, verificar las fuentes, seleccionar los contenidos. Lo que habría sido imposible en un período tan mesurado sin el trabajo paralelo (por un lado las continuas reuniones con los especialistas de comunicación de toda la región de Puno, ya en las diferentes provincias – al respecto cabe mi agradecimiento al Prof. Igor Luis Huamantuma Taipe, especialista de la UGEL Carabaya, por haber organizado un festival de Literatura Puneña que coincidió con mi trabajo, del mismo modo a los especialistas de toda la región que de modo particular organizaban cursos con los profesores de la especialidad de Literatura y con los que tuve la suerte de compartir diálogos continuos. Es decir que la apertura que la Región de Educación de Puno tuvo para con mi trabajo fue decisivo, hicieron un alto para mirar el desarrollo y la construcción de imaginarios a través de la literatura y junto a CARE – Perú me facilitaron los medios para llegar a gran parte de las provincias y validar los contenidos. Por otra parte CARE-Perú me proporcionó la ayuda de un asistente, que sin cuya ayuda no habría podido organizar la parte de Literatura Aimara (desarrollada en un taller denominado “Encuantro de Sabios Andinos”) puesto que se trata de una lengua en la que tengo limitaciones, no como la lengua quechua que heredé directamente).

Puno es una tierra en donde las voces y los colores danzan en cada imagen que dibuja su literatura, se trata de una tierra de verdaderos alarifes de la palabra que siembran alicantos de tradición literaria.

Frente a lo que se dijo ¿cómo atreverse a seleccionar textos literarios, para incluirlos en algo que pretende ser lo más selecto de la literatura puneña? Es el primer problema que tiene un investigador cuando piensa en la literatura de Puno, el riesgo es grande, pero alguien tiene que asumirlo. Durante el año 2005, tiempo en que fui contratado por la Universidad Nacional del Altiplano, para dictar cursos de literatura universal, durante el período de reestructuración curricular presenté un proyecto para la creación del curso de Literatura Regional, en ese entonces hicieron oídos sordos y por cuestiones políticas enviaron el proyecto a una ciénaga en donde el olvido cosechaba ácaros, un año más tarde recibí la noticia que el distinguido escritor Feliciano Padilla puso nuevamente en tapete el proyecto de crear dicho curso, esta vez con mayores éxitos, juntos festejamos el logro que no sólo era nuestro sino que se trataba de una apuesta para el estudio, la investigación de nuestra cultura escrita, el mérito era suyo. La Universidad de Puno no consideraba un curso de esa dimensión en su plan de estudios, y lo peor de todo era que muchos profesores de la especialidad pensaban que no era necesario y que si se creaba serviría sólo para quien dicte ese curso, ya que no tendría qué contenidos enseñar. Todas las universidades del país que poseen la especialidad de Literatura desarrollan cursos sobre literatura regional, es más, todos los Institutos Superiores lo hacen, la Universidad estaba llamada a liderar esa investigación y no lo hizo. Hoy en día estos estudios están en boga, porque a través suyo no sólo se estudia la literatura, sino los imaginarios locales, las costumbres, las racionalidades con las que diversas comunidades desarrollan su visión sobre el mundo y sobre sus diversas actividades. Se estudia la función social que cumple el mito, el relato, la tradición; las formas cómo se construyen las concepciones estéticas a través de la poesía, las capacidades que se desarrollan al asumir roles distintos en una sociedad mediante el teatro, se enseña a ser más humanos a través de estos contenidos que nos ayudan a identificarnos como únicos en un medio que globaliza no siempre lo bueno, sino aquello que nos hace dependientes y dominados. De este modo la buena literatura debe servir para enseñarnos a ser mejores y sobre todo más humanos.

El criterio empleado para este libro ha sido el crítico–selectivo (como dije bajo mi responsabilidad) y es que los destinatarios de este libro serán los maestros y los jóvenes de nuestra región y no se les puede ofrecer algo que es todo menos literatura, por eso en este trabajo se considera el respeto por la palabra y por la humanidad. En el primer capítulo se tocan los puntos referentes a literatura oral tradicional (para ello se ha efectuado una investigación con informantes de la mayoría de las provincias que constituyen la región de Puno, del mismo modo se han recurrido a las versiones, que sobre las mismas existen). El segundo capítulo se refiere a la literatura escrita (el relato, la tradición y el cuento) se han recurrido a fuentes bibliográficas y hemerográficas existentes, como se podrá notar, en el presente trabajo, se han seleccionado nombres de escritores cuya obra eran desconocidos, por primera vez se presenta a Narciso Aréstegui como narrador puneño, a Telésforo Catacora, y otros tantos (se trata de una gran tradición literaria). En relación a la novela se ha preferido trabajar con fragmentos, eso posibilita desarrollar una visión sobre el estilo y el manejo de la estructura, es verdad que en forma segmentada no se puede determinar mayores rasgos, sin embargo es la única forma de mostrar este género. En la poesía el estro poético de Alberto Mostajo, Emilio Armaza, Carlos Oquendo, Omar Aramayo, José Luis Ayala, Percy Zaga, José Velarde, Alfredo Herrera, Lolo Palza, Simón Rodríguez, Edy Sayritupac, Gabriel Apaza, Filonilo Catalina, Rubén Soto y los jóvenes Mendoza, Saúl Castellanos y Luis Incacutipa (los tres últimos todavía estudiantes universitarios) constituyen toda una genealogía oquendiana; por otra parte Alejandro Peralta constituye también su propia genealogía:

Emilio Vasquez, Luis de Rodrigo, Efraín Miranda. Más tarde Omar Aramayo fusionará las
dos tendencias (en “los dioses”), otras ramas de la poesía puneña la constituyen los insulares Dante Nava, José Paniagua Nuñez, Jorge Florez–Áybar y Jovín Valdez Peñaranda.En teatro, se descubre una veta que no ha sido estudiada con anterioridad, este es un aporte al conocimiento de este género. Servirá en el futuro, no sólo para el conocimiento de los escolares sino de especialistas en la materia.

Este trabajo es un complemento y un homenaje a los desarrollados por Moisés Yuychud (Ensayos literarios – 1913), Gilberto Salas Perea (el álbum de mis cholas – 1935), Alfredo Macedo Arguedas (antología de las letras puneñas – 1949), José Portugal Catacora (el cuento puneño – 1955), Juan Luis Cáceres Monroy (tres representantes de la poesía indigenista – 1974) , Manuel Suarez Miraval (Poesía Indigenista – 1959), Samuel Frisancho Pineda (antología de la poesía puneña – 1978), Teobaldo Loayza Obando (literatura puneña – 1996), Omar Aramayo (antología de la poesía puneña – 1999), Feliciano Padilla Chalco (antología comentada de la literatura puneña – 2005), Walter Bedregal Paz (2008).

Ante esto sólo se intenta crear un espacio en el que sea posible desarrollar un diálogo de la comprensión del otro, por ello la temática es diversa, es más que un muestrario, es la emergencia de todo un proceso que tiene mucho que ver con la formación de imaginarios múltiples, su eje es el de la afirmación cultural, su norte, la conciencia crítica que el puneño debe desarrollar en su cultura. Saber quienes somos leyendo lo que somos es la única vía para reconocernos como iguales y diferentes. Este libro no intenta ser totalitario, por razones didácticas obvia muchos nombres que quizá debieron mencionarse; sin embargo, se apuesta por la imagen y la orfebrería de la palabra, por el decantamiento, por el verdadero trabajo literario que es función de alarifes que conocen la arquitectura semántica. “Por ello se prescinde de consejas populares, panfletos versificados, rimas forzadas y se apuesta por la literatura”.

Agradezco otra vez el desprendimiento y la apertura de CARE – Perú, del Ministerio de Educación a través de la Dirección Regional de Educación de Puno, pido disculpas a todos aquellos que me prestaron su auxilio y que por torpeza mía no puedo mencionarlos.

LOS INDIOS EN EL PERÚ (*)

Juan Bustamante Dueñas

Al escribir la historia de las costumbres de los indios del Perú, he tenido por principal objeto, poner de manifiesto el estado de cultura en que se encuentran los pueblos del interior; para que de los hechos se deduzcan as necesidades de la nación, y los poderes religiosos, políticos y legislativos, den leyes adecuadas y adopten disposiciones justas, y sepan el estado de civilización en que se encuentran los individuos para cuyo adelanto se toman providencias muchas veces inconvincentes, extemporáneas, irrealizables.

La nación peruana no es la asociación de los individuos moradores de la costa del Perú, no son esos pueblos solos los que constituyen la república: la nación tiene pueblos numerosos en el interior, esos pueblos son de indios; de indios que tienen necesidades, de hombres, a quienes los gobiernos no deben abandonar sin proporcionarles los medios de que han menester para la realización de sus fines morales, políticos y religiosos. La nación es constituida por un crecido número de indios excedentes a la raza blanca moradora de las costas del pacífico; los indios tanto como los blancos, contribuyen a sobrellevar las cargas del Estado, pero como ellos no gozan de las mismas garantías individuales, de los mismos derechos.

Los indios en el Perú, no han sido, ni son en la actualidad los hombre libres, los ciudadanos de los pueblos; antes sí los esclavos envilecidos de la raza naciente, los parias del Perú, el blanco de los abusos de las autoridades religiosas y políticas, las víctimas humildes del sable del militar. Siempre humillados, siempre despreciados, arrastran la cadena del esclavo que para siempre debiera haber rodado a los pies de la patria en los campos de Ayacucho, sus pueblos arruinados, el embrutecimiento y el atraso; van cada día en peor estado, sus lágrimas no dejan de verterse, sus hogares no han dejado de ser allanados, sus pueblos se explotan y saquean; víctimas de los abusos hasta de sus curas, no pueden considerarse libres: ellos y sus hijos han sido los que el látigo del amo haya cesado de infamarlos: siempre súbditos, nunca gobernantes, han carecido de oportunidad, para expresar sus necesidades; mientras que los mistis han monopolizado todos los puestos públicos.

En situación tan dura, no pueden menos que vivir aguardando el momento de sacudir el yugo; y por eso los vemos luchar encarnizados en cada una de las guerras civiles; por eso los vemos crueles, al castigar a sus enemigos y opresores; por eso han tenido lugar las sangrientas escenas que frecuentemente se han representado, y en cuya realización se han encontrado circunstancias inauditas.

Tristes y abatidos por la humillación, les vemos alejarse del ruido de las ciudades, y de la sociedad de los mistis para sustraer a sus hijos de la esclavitud a que están condenados, sin más que haber tenido la desgracia de nacer indios; huyen de los blancos y van a buscar asilo en lo más profundo de los valles, en las nevadas cúspides de los montes, en los friolentos y mortíferos bofedales de los andes. Allí, abandonados de la sociedad, con la frente humillada, casi desnudos; ahí nacen sus hijos, y mueren sin más idea de nación y de leyes, que las que han podido sugerirles sus padecimientos en el ejército o bajo la tutela de un blanco que se apropia de ellos para reducirlos a la condición de esclavos.

Si tienen propiedades, éstas se hallan a merced de la rapacidad del gobernador, del alcalde y del cura, que de tiempo en tiempo hacen sus incursiones para enriquecerse a costa del sudor y del trabajo de los indios. Sus producciones, acumuladas a fuerza de sacrificios, y para cuya consecución se ven obligados a luchar con la tempestad que atruena cerca de sus solitarias estancias, con las torrenteras que se desprenden iracundas desde las cimas de los montes, contra la perpetua nieve que arrasa sus sementeras y se estaciona en sus campos; esas producciones adquiridas a costa de sufrimientos y trabajos son arrebatadas por sus opresores por una cantidad de dinero que jamás pueden ser el precio de ellas; si la guerra necesita de soldados, ya se sabe que los indios serán los escogidos para el matadero, a que se les obligará a concurrir después de hacerlos pagar algunas sumas para el sostenimiento de la misma guerra.

Ellos, sus llamas, sus paccochas y en suma todo lo que legítimamente les pertenece, están a merced de los ladrones; es decir de los mistis autoridades; de esa falange de pillos descarados que acumulan riquezas y gozan satisfechos del trabajo y de las lágrimas de los indios; a quienes se trata de mantener en la ignorancia vergonzosa, a quienes se humilla y reduce a la condición de brutos.

¿Puede darse crédito a mi narración, cuando la escribo en el siglo XIX, en el siglo de la civilización, del progreso, de la igualdad y de la libertad, en el siglo de la república y de la democracia, en el siglo de las reformas?

Al escribir la historia de las costumbres de los indios, no he podido menos que enjugar lágrimas de compasión, arrancadas de mis ojos al concebir sus padecimientos y el llanto de esos infelices seres a quienes considero iguales a mí. ¡No desprecies lector esas lágrimas; porque si no merecen estimación al desprenderse de los ojos de un peruano; pensad que son las lágrimas del que escribe: y llora con los ojos que vio los padecimientos de los descendientes de un soberbio imperio: yo, cuya vida se deslizado hasta hoy, entre esos desventurados, he tenido el pesar de asistir a algunas de sus fiestas, y presenciar las escenas ridículas de que me ocupo en esta obra; escenas que revelan el estado de atraso y embrutecimiento en que se encuentran!

La tradición y el por qué de sus prácticas han llegado a mí, de los labios de los mismos indios ancianos, quienes me enseñaron a comprender la quichua, en cuyo idioma dulce y sentimental me contaban sus padecimientos, cuando en las friolentas noches solía yo ir a sentarme a la puerta de sus humildes cabañas a solicitar la narración que me hacían, mientras la luna reflejaba su pálida luz, hacía brillar la nieve que cubre las cimas de los montes inmediatos.

Yo he presenciado los bautismos, matrimonios, defunciones, he visto las cárceles habitadas por indígenas a quienes castigaba sin justa causa; he visto talar sus campos, y más de una vez he deplorado como ellos el descuido e inacción de los gobiernos, el despotismo militar, los escandalosos abusos de los mistis-autoridades, y las consecuencias de leyes y disposiciones adoptadas sin previsión, sin conocimiento del estado de los pueblos, sin equidad ni justicia. Por estas razones, y porque en la república existen hombres que como yo han sido testigos oculares, y saben la lastimosa historia de los indios, me creo con derecho a ser creído, y a exigir de los gobiernos la atención que se merecen los padecimientos de los hijos del sol.

Cuando en la primera entrega, relato las costumbres de os curas, deploro sus abusos, no lo hago con el objeto de procurarles sus desprestigio; pretendo sí, que estos procuren reformarse; y que los obispos, atendiendo a la necesidad de una reforma en las divisiones parroquiales, y en el clero, traten de abreviar su realización, para que los pueblos no sufran por más tiempo los abusos de que son víctimas; pido para los pueblos ignorantes, sacerdotes ilustrados; quiero que se difunda por toda la nación el Evangelio, a quien considero como el mejor medio de civilizar al pueblo, y hacerlo dichosos animándolo con la moral y la verdad; quiero que la oscuridad y la ignorancia cedan el puesto a la luz y al progreso a que está llamada la sociedad, anhelo hombres para el mundo, no seres degradados ni embrutecidos; por eso solicito la instrucción.

Como quiera que la historia nos presenta los fértiles campos, enrojecidos con sangre, las encumbradas cimas, las llanuras, los profundos valles, las heladas cordilleras, todo ensangrentado; ¿y con qué sangre? ¿es acaso sólo la de los tiranos de la patria, es la de los enemigos de la libertad? ¡No! Esos cúmulos de huesos que se alzan sobre los campos de batalla, salvo los que legaron los padres de la patria, y en que se hace difícil enumerar las víctimas ¿son por ventura las pirámides de gloria con que puede honrarse la nación? ¡No! Esos cráneos empolvados, esa sangre que aún humea, es peruana; ha sido derramada en luchas fratricidas, la ambición y la empleomanía han conducido millares de víctimas hasta esos campos; hasta ponerlas bajo el imperio de la muerte.

Los indios han vertido siempre su sangre, pero jamás han recibido la recompensa de su valor y esfuerzos. Oprimidos por las autoridades, han estado aguardando la vez de emanciparse; por esta razón la voz de los revoltosos, las imprecaciones de los demagogos, ha encontrado acogida entre los pueblos; entre los indios que son los soldados del ejército, que son los que en el campo de batalla no tiemblan a presenciar del peligro, y que luchan hasta morir o salir triunfantes.

Los abusos frecuentes y el despotismo de las autoridades subalternas han dado lugar a infinitas y trágicas escenas; de la narración de las que más atención merezcan, por sus trascendencias, me ocuparé detenidamente, suplicando al lector que perdone mis fallos y opiniones, cuando se trata de la calificación de los hechos; teniendo presente que procuraré sólo hacer justicia; sin que el provincialismo, ni el espíritu de partido, puedan hacerme variar de objeto, ni prodigar incienso a los ídolos de mis pasiones. La verdad en la narración, la justicia en la calificación de los acontecimientos: tales son los objetos que me he propuesto.

No pretendo escribir la historia del Perú, para cuya obra son necesarios innumerables documentos, escribo la historia de las costumbres de los indios; y cuando tomo algunas veces la historia de la nación para referir algunos acontecimientos que en ella deben consignarse, lo hago persuadido de que el señor Lorente y otros historiadores les han pasado superficialmente, como se nota en sus obras.

Ojalá que el gobierno, a quien están encomendados la guarda de los derechos de los pueblos, el buen orden público, el porvenir de toda la nación, atendidas las necesidades de los súbditos, acuda a satisfacerlas inmediatamente, procurando adoptar las reglas de gobierno que damos al fin de esta obra, en cuanto ellas merezcan; pues son reglas nacidas de las mismas necesidades y de los mismos acontecimientos que se refieren. De esta manera se conseguirá poner un dique al desborde a que se encaminan los pueblos, se evitará la ignorancia que es uno de los peores males que han afligido y afligen a las sociedades; civilizadas las masas, y conociendo cada individuo sus deberes sociales, las peroratas de la demagogia no encontrarán jamás acogida, el hombre libre, reconocerá sus deberes, aprenderá a cumplirlos; y la felicidad será en adelante el distintivo de la nación.

Preciso, urgente es trabajar por la libertad de la raza indígena; no sólo el gobierno debe procurar esto; todos los individuos que de él dependen deben trabajar incesantemente por unificar su política y sus relaciones con esa raza numerosa; y hacer que los blancos todos, procuren armonizar sus costumbres con las de los indios, destruyendo el error, las supersticiones y los abusos por medio del ejemplo y de la buena doctrina.

Existen muchas razones de conveniencia pública, para obrar en este sentido, y procurar la reforma de las instituciones sociales. ¡Ay de las autoridades que abusan de la situación de los indios, y no modifican su conducta! ¡Ay de los blancos que someten al indio a la esclavitud y al sufrimiento! ¡Ay de los sacerdotes que en posesión de los medios para difundir la moral y formar caritativos corazones, dejan a sus feligreses sumirse en la vergonzosa ignorancia, y dejarse arrastrar por sus torpes instintos, por sus temibles pasiones! ¡Ay, en fin, de los gobernantes que no escuchan las quejas de los súbditos, y los mantienen bajo la tutela de los blancos, sometidos al yugo de los tiranos y a merced de los ladrones!

Cuando los indios cansados de sufrir levantan su abatida frente, cuando al grito de guerra tiemble la costa del Perú, y los muros de su capital se estremezcan, los lugares de recreo se bañen con sangre; entonces sólo se reconocerá el poder de los pueblos, la robustez de la mano indígena, que arrasando los monumentos de la civilización, coloca sobre sus ruinas, y edifica sobre los cráneos de los blancos el trono donde deba reinar en lo sucesivo una libertad salvaje, a quien aún hay tiempo de engalanarla, con la justicia y las reformas de que han menester los pueblos para su engrandecimiento y tranquilidad posterior.


(*) Introducción a la Historia Antigua del Perú. Lima, 1922, Prólogo, p. 83-92. texto de 1867. Seleccionada por el Dr. José Tamayo Herrera en “El Pensamiento Indigenista” Francisco Campodónico F. Editor, Mosca Azul Editores.