miércoles, 14 de julio de 2010

José Luis Ayala: poeta sin límites


El barco ebrio



Por: Alfredo Herrera Flores*

Tal vez nadie sepa, a ciencia cierta, cuántos libros ha publicado José Luis Ayala; tarea más difícil sería clasificar su obra en los géneros que tradicionalmente se conocen como poesía, novela, cuento, ensayo o teatro, pues desde aquellos lejanos 1965 y 1966 en que aparecieron en Puno “Geografía del corazón” y en Arequipa “Viaje a la ternura”, respectivamente, hasta los seis libros que han aparecido este año (2009), mucha agua ha pasado bajo el puente y muchas historias nos ha contado este escritor ya de cabello cano pero de una fraternidad sin límites.

Un rápido repaso por notas biográficas, apuntes, ensayos y artículos que se ha escrito sobre Ayala dan cuenta que el poeta huancaneño ha publicado nada menos que 47 títulos, lo que ya lo convierte en uno de los autores más prolíficos de la literatura nacional. Nada más este año han aparecido “Juan Basilio Catacora Heredia, protomártir de la independencia americana” (Derrama magisterial, 321 p.), “Aymar marka, nación aymara” (Fondo editorial Cultura Peruana, 294 p.), “Yatiris, adivinos andinos” (Universidad Ricardo Palma, 321 p.), “Alberto Mostajo, delirio y tragedia de un poeta vanguardista y metafísico” (Arteidea, 184 p.), “Al fin y al cabo, poesía entre dos mundos” (Ediciones El nocedal, 136 p.) y “Sirenas del Titicaca, 100 cuentos breves para niños y niñas zahoríes” (AFA, 72 p.). (Ver: www.librosperuanos.com).

Este vistazo bibliográfico nos muestra ya un escritor que no solo ha ejercido el oficio creativo con la seriedad y seguridad de quien da pasos firmes sino de quien, además, ha madurado pacientemente su particular forma de ver el mundo, de percibir el sentimiento humano, disfrutar el arte y transmitir sus emociones. Pero en temas de literatura, y arte en general, no basta con tener entre manos una obra copiosa, sino que ésta debe estar bien escrita y seriamente documentada en lo formal, en lo estético debe ser pasible de asimilar y disfrutarse y en lo subjetivo debe transmitir el mensaje íntimo y personal que el autor requiere. Todas estas características cumple Ayala a cabalidad.

Es cierto que no todos los perceptores se hacen la misma idea, o captan el mismo mensaje, de la obra a la que se acercan, suele haber tantas interpretaciones o maneras de disfrutar como lectores hay. También es cierto que la vida del autor debe ser vista de diferente manera a sus obras. Así también no toda la obra de un autor es sobre saliente o mala, hay muy buenas obras como otras que no son tanto, y para ello están los lectores y los críticos (estos últimos siempre dudosos en sus conclusiones). Estas condiciones también se cumplen en José Luis Ayala.

Hay, sin embargo, algunas obras de Ayala que con el tiempo se están haciendo de imprescindible e imperiosa lectura, que reflejan su personalidad, exponen su forma de pensar y manifiestan su sensibilidad, pero sobre todo, hacen de José Luis Ayala un personaje, un hombre singular y un representante contemporáneo de la cultura aymara.
Precisamente “Aymar Marka, nación aymara” es uno de los libros en el que logra explicar desde diferentes puntos de vista cuál es la condición y perspectiva de la cultura aymara en este nuevo milenio, una cultura que se mantiene viva en todas sus manifestaciones, desde el idioma hasta su cosmovisión, en un territorio que abarca a cinco naciones, a pesar del permanente acoso del mundo occidental para desaparecerla. En la misma línea, pero desde la explicación e interpretación de un hecho histórico, “Morir en Ilave”, que narra la muerte del alcalde de Ilave a manos de una población enardecida, muestra a la cultura aymara en plena vigencia, haciendo de este libro un documento que hay que leer y aprender, para no cometer los mismos errores del pasado, ya sea desde la ilusión del poder o desde la dramática realidad de la subordinación.

Entre las biografías que ha escrito Ayala destaca la de Carlos Oquendo de Amat, el atormentado autor de “5 metros de poemas”, en la que incluye datos nuevos sobre el tránsito del poeta por Puno, Moho y Bolivia. Aunque algunos han criticado y observado ciertos datos del libro, el libro es fundamental para entender la vida y obra de aquel singular vate puneño. Otra biografía importante es la que dedica a Manuelita Sáenz, la mujer de aventuras y sustento emocional del libertador Simón Bolívar, y una biografía analítica es la que escribió sobre nuestro poeta universal César Vallejo.

El espíritu vanguardista de Ayala lo ha llevado a ensayar nuevos géneros literarios, como la que él mismo bautizó como cronivela o antilaveno, obras entre las que destacan “Cábala para inmigrantes”, una historia de viajes, exilios y nostalgias en forma de collages, poemas y prosas poéticas, presentadas en hojas sueltas dentro de una caja.
Pero es en la poesía en la que José Luis Ayala ha encontrado su personalísima forma de percibir su entorno y su interior. Tal vez sea “Jaqe Aru” (ser humano, en aymara) en el que alcanza su mejor voz poética, donde los versos en ese idioma milenario fluyen con una naturalidad que logran conmover al lector. “Poesía cotidiana, el poeta en Tlatelolco” es otro poemario donde la visión de Ayala se hace universal, inspirado en su visita a un lugar de profunda energía social.

Dentro de la poesía Ayala también ha logrado manifestar sus propuestas vanguardistas. Sin dejar de reconocer el primer paso dado por Oquendo de Amat al elaborar un libro de poemas en el que escritura y soporte se hacen un solo objeto de arte, José Luis Ayala ensaya “Lupigramas y solemas”, un disco en el que los versos se sobreponen al ser girado sobre otro mayor y permite lecturas diversas, a gusto del lector o al azar; y “Canto sideral” en el que los versos, escritos en tiras independientes en cada página, pueden combinarse también de manera infinita.

Como todo autor y hombre de su tiempo, José Luis Ayala ha sido centro de elogios y celebraciones, así como blanco de críticas, diatribas y hasta insultos, pero en lo que todos coinciden es en esa fraterna, entrañable y profunda amistad que brinda a quienes se le acercan, una amistad a la que no hay que faltarle el respeto, un afecto que, como su poesía, se manifiesta sin límites.


* www.lasillaprestada.blogspot.com

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