jueves, 18 de octubre de 2012


El Boletín Titikaka/ un acercamiento a través del imaginario de José Luis Velásquez Garambel Por : Harold Tacuri Morocco Son muchos los estudiosos que han trabajado sobre el Boletín Titikaka, como Cintya Vich, Ulises Zevallos Aguilar, Yasmín Lopez Lency, entre otros. He aquí una entrevista hecha a José Luis Velásquez Garambel, a quien visitamos en la Universidad y lo sometimos a un cuestionario y lo transcribimos. Considerando que la obra de Churata empieza a cobrar un vuelo inusitado, luego de su publicación en la Editorial Cátedra de España. HT -¿Dónde nace el Boletín Titikaka? JLVG- desde la gestación del grupo bohemia andina, que un grupo de jóvenes con un vínculo esencial, el discipulaje de José Antonio Encinas, inician sus actividades con la publicación de la Tea, en 1916. Muchos de estos jóvenes participan en varias revistas. El grupo está conformado además por hijos de magistrados, fiscales, de gente notable en Puno. En la vera opuesta están Alejandro y Arturo Peralta, Emilio Vásquez, en ese momento todavía se encuentra inmerso Emilio Armaza, ellos escriben en la revista Puno. Es un periodo muy rico. Si uno revisa estas revistas va poder encontrar las crónicas de dos personajes importantes, que van a marcar definitivamente la vida cultural de esta generación. Por un lado la presencia de José Ingenieros, que es un filósofo latinoamericano de mucho renombre, que había ya escrito “El hombre mediocre”, da una conferencia en Puno y, aparece en la mesa un joven audaz, que es Arturo Peralta. A los seis meses llega a Puno, Abraham Valdelomar, en sus famosas giras por el sur, dando sus conferencias, ambos se alojan en la casa del doctor Adrián Cáceres. El primer momento de estos jóvenes que conforman Bohemia Andina, está marcada por una estética modernista, expresamente, con influencia del grupo Colónida, de un modo preponderante. Después de esto se desintegra el grupo, llegan a publicar 11 números de la revista La Tea, solamente el número uno y dos es dirigido por Arturo Peralta, y el resto es dirigido por Alejandro y Aurelio Martinez. Arturo viaja a la paz, se emplea como cajista, como armador de linotipos, con el cura Sampa, y entabla amistad con muchos de los intelectuales bolivianos y argentinos, mas o menos en el año diecinueve, que es el mismo año en que retorna al Perú e ingresa a trabajar como director de la biblioteca municipal, hay un periodo de silencio, del veinte a veinticuatro maso menos, se configura un movimiento y en 1926 en el que aparece El Boletín Titikaka, que es un documento esencial. Específicamente Quien ha trabajado más el tema es Cintia Vich donde él manifiesta que El Boletín Titikaka, nace como una especie de Fluvio de continuidad a las inquietudes de compromiso social que se estaban dando en ese periodo. Es un periodo riquísimo, periodo de conflictos sociales de reivindicación indígena, al mismo tiempo el establecimiento de espacios de heterogeneidad discursiva, complejo. HT- ¿Quién fue el director del Boletín titikaka? JLVG- hay una edición facsimilar, la de Dante Callo, profesor de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. Todos coinciden que fue Gamaliel Churata, quienes participan en esto son todos los del Grupo Orkopata. HT- Existen revistas, boletines que dieron lugar a un espacio cultural en el Perú, dentro de ellos tenemos: COLÓNIDA, AMAUTA, BOLETÍN TITIKAKA. ¿Qué opina sobre ellos? JLVG- Colónida representa los nuevos aires en la literatura peruana, hay una edición facsimilar que la dirige Luis Alberto Sanchez donde se han reproducido todas las revistas. Es importantísimo, porque de pronto tenemos nombres como Abraham Valdelomar, Federico More, a la cabeza, después está el mismo José Carlos Mariátegui, aún joven. Tiene una influencia determinante y luego, el Boletín, junto a Amauta, casi se gestan paralelamente. Gamaliel Churata madura ideológicamente, hasta podríamos decir que la primera intención del boletín era mostrar una nueva retórica de la vanguardia, una especie de retórica híbrida, entre las concepciones estéticas que se habían desarrollado en occidente, en la vanguardia occidental, con una mezcla del lenguaje indígena, de las metáforas indígenas, metáfora viva. Hay correspondencia, y esa correspondencia ha sido publicada por Antonio Melis, que es un profesor italiano; entonces hay un vínculo genésico entre Amauta y el Boletín. HT- ¿Cómo es que llegó el Boletín Titikaka a diferentes lugares de América Latina? JLVG- Antes que el Boletín, circuló el poemario de Alejandro “ANDE”; que sale en la misma imprenta “TITIKAKA”, y ANDE viaja, se lo envían a Cesar Vallejo, Borges, se lo envían a casi toda la gente que desarrolla ese tipo de trabajos de esa naturaleza. Y en mediatamente llegan las correspondencias, los comentarios, las críticas, las cartas. Y la idea del Boletín nace como dar muestra del trabajo intelectual que se está desarrollando. Por eso es que el primer número del Boletín Titikaka es pura reseña epistolar de intelectuales latinoamericanos y de sus impresiones sobre el poemario de Alejandro Peralta; es decir sobre “ANDE” HT-¿Qué papel cumplió el maestro José Antonio Encinas, en la formación de los miembros del Grupo Orkopata? JLVG- Lo que ocurres es que Encinas, es un caso muy interesante, Encinas era el compañero de Telésforo Catacora en el colegio San Carlos, dirigían ambos la revista “El Carolino”, viajan a Lima a estudiar pedagogía en la Normal de Varones, bajo la dirección de Isidoro Poyre, en el año 1905. Al retornar Encinas solicita que se le encargue la dirección de la Escuela 881. Él tiene la suerte de encontrar un grupo heterogéneo de niños en las que había hijos de la Sociedad Fraternal de Artesanos, como es el caso de Luis de Rodrigo, su padre era en ese momento secretario general, y el presidente de la sociedad era don Demetrio Peralta, padre de Arturo y Alejandro. La presencia de Encinas, el dinamismo, la visión, los marca a estos niños, los marca de por vida. Porque con encinas hacen teatro, publican el escolar, con encinas hacen periodismo, etc. Es el que siembra la semilla, la semilla espiritual. HT-¿Qué temas eran desarrollados dentro del Grupo Orkopata?, ¿cree usted que influenciaron en los temas del Boletín Titikaka? JLVG- En realidad hay varias vertientes, hay crónicas cortas, hay relatos, hay crítica social, hay crónicas comprometidas con la causa indígena, hay poesía, hay xilografías, xilografías de un niño, de Diego Kunurana, hay de todo, es un mural que tiene muchas figuras, que tiene muchos matices, que tiene manchas y efectos de luz. No se podría hablar de una línea general; pero si de una ideología de compromiso social, que sirve como matriz, que va a unificar básicamente todos los discursos que aparecen a lo largo de todos estos Boletines de la primera y segunda época. A pesar de que existen también algunos escritores latinoamericanos que escriben, cuyas notas se publican en el Boletín; como es el caso de Borges, hay un poema por ahí de Vallejo, una carta, etc, de varios. No se podría hablar de una única línea textual; pero si de una línea ideológica, una línea de compromiso. HT-¿La idea del indigenismo vanguardista cómo fue desarrollado, y cómo es concebido en nuestros días? JLVG- Hay varias ideas, primero no se debe considerar que el indigenismo sea solo una vera; es decir, que su concepto sea válido para todos los ámbitos, hay un indigenismo antropológico, hay un indigenismo jurídico, hay un indigenismo social, hay un indigenismo incluso no plural heterogéneo, y hay un indigenismo literario. Entonces cada uno de estos indigenismos tiene características propias, que las hacen diferentes las unas a las otras. Nosotros nos hemos acostumbrado a utilizar el indigenismo social, que es por parte la defensa del blanco sobre el indio; pero esa no es la característica del indigenismo literario, específicamente Churata tiene un artículo, que aparece poco antes de que abandone el Perú y reside en Bolivia, es un poco polémico porque dice: las estéticas, nuestras filosofías, son las de los caníbales para los europeos; pero para nosotros, incluso el amor tiene otros matices. Entonces podríamos considerar que el indigenismo que concibe el grupo Orkopata, es aplicar las propuestas estéticas de la vanguardia occidental al contexto indígena. HT-¿Cómo fue estructurado el Boletín titikaka, respecto a sus números? JLVG- Hay un número que no aparece, en realidad muchos críticos consideran que son 34; pero hay un número que se repite, son 35 números, el resto del boletín es un colash, no hay una estructura aparente, formal, si una estructura interna, una estructura de orden ideológico. HT-¿Cómo se hizo la difusión del Boletín titikaka? JLVG- A través de la correspondencia epistolar, era el único medio para efectuar canjes, obviamente estos canjes debían ser proporcionales. Se ha hecho todo un mito de la biblioteca de Gamaliel, los que saquean, los que destrozan la biblioteca, nadie sabe dónde fue a dar; porque el mismo Gamaliel menciona que tuvo una biblioteca maravillosa, que fue saqueada. Entonces probablemente esa biblioteca que fue saqueada se forjó a través de estos canjes, pero es un mito. HT-¿Cómo se expresa la poesía en el Boletín Titikaka? JLVG- A través de un código híbrido, entre concepciones estéticas occidentales y lenguaje también híbrido; o sea hay una doble hibridez, de concepción ideológica, de concepción estética, y el otro orden de composición de forma y estructura; pero estas metáforas de la hibridez obedecen a lógicas también de la hibridez, lógicas híbridas, racionalidades híbridas, ideologías híbridas, epistemologías híbridas. HT-¿Cuál es la influencia que tenemos hoy en día, sobre el tema del Boletín Titikaka? JLVG- Ese es un tema muy polémico, porque de pronto dieron un documento que no se conocía, por lo menos desde la salida de churata del Perú, se ha tratado a toda la construcción intelectual, que los orkopatas dejaron, se los ha proscrito, han desaparecido. No se conocen, por ejemplo, los libros de Emilio Vasquez, de Mostajo, de Luis de Rodrigo, los libros íntegros, no se conoce mucho los libros de Alejandro; es reciente la preocupación a raíz de los conflictos sociales que se están dando en nuestro país. Hay una oleada de análisis de las racionalidades indígenas, etc. Y esos trabajos sirven como puente para los analistas para estudiar, desde el noventainueve empiezan los estudios sobre el boletín, sobre Churata; a pesar que hay antecedentes geniales como Omar Aramayo, José Luis Ayala, son voces mayores, y un trabajo de Cynthia Vich. Las influencias se están dando ahora, con estudios más jóvenes, que tienen la vitalidad por encima del espíritu. Yo creo también que el tiempo es cíclico, se están dando nuevos conflictos sociales, y los ojos están mirando hacia estudios de esta naturaleza. HT- ¿En su apreciación personal, como el tema del boletín influyó en su vida como escritor, como docente? JLVG- Yo estoy un poco desencantado, primero porque en la universidad ya no se permite realizar investigaciones de esta naturaleza. Porque no comprenden las lógicas, las motivaciones epistemológicas que se están trabajando en la actualidad, me parece que los han castrado o les han hecho una especie de ligadura, que no les permite generar nuevas ideas. Y esto implica una desconexión, nos han desconectado del entorno porque son con estas epistemologías que se pueden comprender todos los fenómenos sociales que están aconteciendo, no podemos leer la realidad en registros anteriores. Yo estoy seguro que hay que cambiar esa postura, yo creo que la coordinación de investigación tiene que abrir los ojos, tiene que permitir, y tiene que exigir que se hagan este tipo de investigaciones.

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