Y esta voz que sigue latente y bronca, nos recuerda que el Perú es profundo, pura médula, fiesta y mito, semen germinal de pura vida, en donde lo mortuorio no tiene lugar, eso es el Pez de Oro. Espacio donde lo híbrido construye el sentido de un lenguaje y un sentir mestizos, como sus lógicas internas sembradas en el centro mismo del ayllu. Gracias Helena (por la edición del Pez de Oro en Cátedra / Letras Hispánicas), por el regalo a este Perú cercenado y adolorido por las diferencias que los nuevos colonizadores han implantado para nosotros. Este libro, que has logrado se levante desde la misma España, es una lanza, que se nos es devuelta, es un arma para nuestro espíritu, para nuestro ajayu.
Con este tu esfuerzo, quienes hemos venido bregando para que la obra churatiana se difunda hemos ganado, estamos de fiesta, el sol para nosotros ha vuelto con la misma fuerza, como si fuera una tempestad originada en nuestro lago, ahora todo es espuma, mañana Kon saldrá de entre las aguas y un brío añejo hará que nuestros dioses vuelvan, y se reunirán todos los sacerdotes, los huillcas y acaso las sementeras y las huacas serán testigos otra vez de un nacimiento hermoso, el hombre volverá a nacer del Titikaka.
Desde donde estén hermanos, salgan, vuelvan que el Pez de Oro ha regresado al lago.
post data: los churatianos: Alejandro, Fermín, los tres Emilios (Emilio Vásquez, E. Armaza, E. Romero), Ernesto More, Omar Aramayo, Miguel Angel Huamán, José Luis Ayala, Manuel Pantigoso, Riccardo Badini, Marco Thomas Boshard, Guissela Gonzales, Mauro Mamani, Dorian Espezúa, Arturo Vilchis, Luis Veres, Juan Carlos Galdo, Cinthya Vich, Ulises Juan Zevallos, todos estamos de fiesta en el lugar mágico...
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