leerlo tambien en: http://www.losandes.com.pe/Opinion/20100106/31659.html#comentarios
Acabo de leer el artículo de mi amigo y maestro Feliciano Padilla, y sí, ¡caramba! nuestra primera casa de estudios posee una gran cantidad de post graduados, un 90%, del total de sus docentes; pero ello no implica necesariamente que tratemos de cubrir el sol con un dedo, ya que el esconderse bajo la sombra de un grado académico no quiere decir que tengamos una universidad de buen nivel académico. Y menos que eso baste para acreditarla. Sabiendo que hoy existen universidades cooperativa y filiales de universidades interplanetarias que ofrecen maestrías y doctorados de a “setenta lucas” y que no existe rigor en sus procesos de graduación. Definitivamente ser doctor está de moda y para ello se recurre a cualquier universidad y si ésta es “no tan formal” es mejor.
El grado, no sólo sirve para pavonearse ante el resto y repartir tarjetas, de fulano de tal Dr. en fulanía de tal, como si se tratara de fiesta navideña, sino también para hacer investigación, y en este rubro no tenemos ninguna revista indexada y contamos con muy pocos investigadores que han logrado publicar sus trabajos en revistas científicas de reconocimiento, y sus libros son citados como bibliografía de consulta básica. Esta es una forma de demostrar la calidad de docentes que se tiene, y claro, nuestra primera casa de estudios cuenta con muy buenos investigadores y para ello es muy fácil ingresar a los “tesauros” y demás “buscadores científicos”, y no es broma, realmente es muy fácil demostrar que el inmenso desarrollo regional alcanzado se lo debemos a nuestros “magníficos científicos locales”.
En Puno, como lo sabrá reconocer el pueblo, hemos logrado un avance enorme, hemos logrado controlar la taza de mortandad materna, la pobreza, el analfabetismo, la administración pública cuenta con gente muy ética incapaz de corromperse, los mejores maestros con sentido de responsabilidad moral e incapaces (de si ocupan un cargo, por ejemplo de director de un centro educativo) de cobrar a los postulantes a nombramiento, los mejores abogados defensores de causas justas, y así sucesivamente. Porque todo eso es producto de nuestra maravillosa educación y de la buena labor que el estado ha logrado mediante instituciones como las universidades, esfuerzo que se une a la esmerada labor de sus docentes.
Concuerdo plenamente cuando se dice que “sería una idiotez compararnos con universidades de USA, Shangai o Europa, porque ellos tienen otra realidad”; porque estas universidades han sabido seleccionar adecuadamente a sus cuadros académicos y de investigadores y le dan prioridad a la innovación constante y no se detienen a realizar huelgas que los desdicen, sus investigaciones se venden en el mundo entero (como las patentes) y sus docentes son consultores internacionales y se hallan entre los más ranqueados. Así su trabajo se hace necesario no sólo para su gobierno sino para la humanidad entera. En este panorama preguntémonos ¿Cuántas patentes ha vendido nuestra universidad a alguna empresa o consorcio internacional? ¿Cuántos de nuestros profesionales son asesores de gobierno, consultores internacionales o investigadores de prestigio? Como sabemos en este rubro hemos logrado mucho, ya que hemos investigado mucho sobre nuestras especies nativas y no permitimos que ningún otro país patente nuestros conocimientos ancestrales y obviamente no lloriqueamos cuando los chilenos o acaso los japoneses las patentan.
Del mismo modo se puede estar de acuerdo con lo mencionado “es deber moral de todo ciudadano defender la universidad estatal, porque es un derecho establecido por la Constitución para la formación de nuestros hijos y de las futuras generaciones”; pero quien puede asegurar que los jóvenes efectivamente reciben una buena formación académica si hace buen tiempo no pisan las aulas universitarias…quien puede asegurar del mismo modo que algún día podrán competir con los egresados de las universidades privadas, si ya están en desventaja ya que llevan un año en pérdida.
Por otro lado, no seamos hipócritas, se sabe que muchos docentes que trabajan en la universidad nacional trabajan también en las universidades privadas y que por un lado están en huelga (dañando la imagen de la universidad nacional y postergando el sueño de miles de familias, de ver a sus hijos profesionales) y por el otro trabajando del modo más feliz en la universidad privada (haciendo que las mismas adquieran más prestigio y desarrollo), este ¿no es acaso un juego a doble cachete? Menos mal que en nuestra universidad sólo existen buenos académicos y reconocidos investigadores y que tienen derecho a la homologación, y que ese reclamo es justo. Por ello ¡que viva la huelga COMPAÑEROS!
El grado, no sólo sirve para pavonearse ante el resto y repartir tarjetas, de fulano de tal Dr. en fulanía de tal, como si se tratara de fiesta navideña, sino también para hacer investigación, y en este rubro no tenemos ninguna revista indexada y contamos con muy pocos investigadores que han logrado publicar sus trabajos en revistas científicas de reconocimiento, y sus libros son citados como bibliografía de consulta básica. Esta es una forma de demostrar la calidad de docentes que se tiene, y claro, nuestra primera casa de estudios cuenta con muy buenos investigadores y para ello es muy fácil ingresar a los “tesauros” y demás “buscadores científicos”, y no es broma, realmente es muy fácil demostrar que el inmenso desarrollo regional alcanzado se lo debemos a nuestros “magníficos científicos locales”.
En Puno, como lo sabrá reconocer el pueblo, hemos logrado un avance enorme, hemos logrado controlar la taza de mortandad materna, la pobreza, el analfabetismo, la administración pública cuenta con gente muy ética incapaz de corromperse, los mejores maestros con sentido de responsabilidad moral e incapaces (de si ocupan un cargo, por ejemplo de director de un centro educativo) de cobrar a los postulantes a nombramiento, los mejores abogados defensores de causas justas, y así sucesivamente. Porque todo eso es producto de nuestra maravillosa educación y de la buena labor que el estado ha logrado mediante instituciones como las universidades, esfuerzo que se une a la esmerada labor de sus docentes.
Concuerdo plenamente cuando se dice que “sería una idiotez compararnos con universidades de USA, Shangai o Europa, porque ellos tienen otra realidad”; porque estas universidades han sabido seleccionar adecuadamente a sus cuadros académicos y de investigadores y le dan prioridad a la innovación constante y no se detienen a realizar huelgas que los desdicen, sus investigaciones se venden en el mundo entero (como las patentes) y sus docentes son consultores internacionales y se hallan entre los más ranqueados. Así su trabajo se hace necesario no sólo para su gobierno sino para la humanidad entera. En este panorama preguntémonos ¿Cuántas patentes ha vendido nuestra universidad a alguna empresa o consorcio internacional? ¿Cuántos de nuestros profesionales son asesores de gobierno, consultores internacionales o investigadores de prestigio? Como sabemos en este rubro hemos logrado mucho, ya que hemos investigado mucho sobre nuestras especies nativas y no permitimos que ningún otro país patente nuestros conocimientos ancestrales y obviamente no lloriqueamos cuando los chilenos o acaso los japoneses las patentan.
Del mismo modo se puede estar de acuerdo con lo mencionado “es deber moral de todo ciudadano defender la universidad estatal, porque es un derecho establecido por la Constitución para la formación de nuestros hijos y de las futuras generaciones”; pero quien puede asegurar que los jóvenes efectivamente reciben una buena formación académica si hace buen tiempo no pisan las aulas universitarias…quien puede asegurar del mismo modo que algún día podrán competir con los egresados de las universidades privadas, si ya están en desventaja ya que llevan un año en pérdida.
Por otro lado, no seamos hipócritas, se sabe que muchos docentes que trabajan en la universidad nacional trabajan también en las universidades privadas y que por un lado están en huelga (dañando la imagen de la universidad nacional y postergando el sueño de miles de familias, de ver a sus hijos profesionales) y por el otro trabajando del modo más feliz en la universidad privada (haciendo que las mismas adquieran más prestigio y desarrollo), este ¿no es acaso un juego a doble cachete? Menos mal que en nuestra universidad sólo existen buenos académicos y reconocidos investigadores y que tienen derecho a la homologación, y que ese reclamo es justo. Por ello ¡que viva la huelga COMPAÑEROS!
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