José Luis Velásquez Garambel
José Luis Ayala Olazával (Huancané, Puno 1942) es un escritor polifacético además de yatiri (adivino), cronista, poeta, ensayista, narrador, gran promotor de la cultura aimara y un biógrafo esmerado. Realizó sus estudios en la su natal Huancané, en el San Juan Bosco de Puno, así como en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Ecole Practique des Hautes Etudes de Paris. Se ha desempeñado como Director de la Biblioteca de la Municipalidad de Puno, maestro de escuela, periodista y poeta; siendo en este último quehacer en el que ha destacado, obteniendo varios premios como lo son: Premio Poesía Sur Peruana (1967), Premio de Literatura Popular (1990), Premio de Literatura César Vallejo, CONCYTEC (1990); Premio Internacional de Poesía, DIP, Paris (1964), entre otros.
Ayala acaba de publicar "Alberto Mostajo. Delirio y tragedia de un poeta vanguardista y metafísico" (Arteidea, 2009) Este libro es la biografía trágica del poeta metafísico, que se adscribió a la literatura vanguardista del siglo XX y que quedó en el olvido más completo, pese a desarrollar una esmerada y activa labor cultural en Puno en la década del 20, testimonio de ello son sus colaboraciones en La Sierra, en Cirrus, Figulina y la publicación de sus dos poemarios. Escribió una poesía humanista y de profunda manifestación ontológica; Mostajo, como dijimos, publicó en 1925 “Cosmos” y en 1928 “Canción infinita”.
Alberto Mostajo Riquelme (Puno -1897) Alumno en el Centro Escolar 881 que dirigiera el maestro José Antonio Encinas, compañero de Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Emilio Romero, Emilio Armaza, Emilio Vásquez, Aurelio Martínez, Enrique Encinas, entre otros. Poeta de raigambre metafísica y de profunda manifestación espiritual, que por su sensibilidad artística desarrolló esquizofrenia, enfermedad que apara tal año no tenía un tratamiento adecuado. Producto de la que Mostajo fue internado en el Larco Herrera, sanatorio que compartió (según Versiones del Dr. Ricardo Arbulú Vargas) estadía junto a Martín Adán, Víctor Humareda, un grupo excepcional de artistas plásticos y músicos.
Lastimosamente el tratamiento para los internos en dicha institución era comparada sólo con los actos más inhumanos de desidia y ensañamiento. Arbulú Vargas, quien laboró en dicha institución como secretario del Dr. Honorio Delgado, recuerda además las penurias más trágicas de los internos y en forma testimonial relata sobre tales hechos.
El poeta estuvo encerrado durante 50 años en el sanatorio mental del Larco Herrera, la incomprensión se hizo bandera en una sociedad tan mal acostumbrada a las malas formas. El Libro de Ayala se constituye en una reivindicación, en un recuerdo y en una justa devolución a un sitial elevado de las letras peruanas. Es un libro obligado, serio y que devuelve la esperanza en la poesía y en la vida todos los lectores de buena poesía.
CANCION INFINITA
III
Una mano infinita
abre los candados de mi alma
salgo a pasear. Miro
y escucho por todos los lados
Telepatía veloz de mi pasado
alguien murmura y cita
mi nombre en la lejanía.
Está de más. Venzo mi soledad
con el grito de mi alegría
desecho en ánforas musicales.
Ya la tarde muere ensangrentada
bajo la huella de mis ojos.
Sobre el eje del silencio
hago girar la pirámide
invisible de mis canciones
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