domingo, 27 de septiembre de 2009

El Diablo en su cancha (sobre la danza La Diablada)



(10 tareas para que la Federación Regional de Folclore y Cultura de Puno, haga reingeniería de su gestión Artístico-Administrativa)

Escribe: Hernán Cornejo-Roselló Dianderas

Este no es un artículo de protesta dirigido al malherido entendimiento y al sobresaltado razonamiento de las autoridades bolivianas respecto del affaire suscitado sobre la autenticidad y originalidad geográfica e idiosincrásica de la danza La Diablada que desde hace semanas ha encendido pasiones y generado obtusas reacciones; es más bien un artículo de propuesta dirigido a las autoridades de la Federación Regional de Folclore y Cultura de Puno, para que se animen a caminar sobre sendas culturales más firmes y así afiancen las potencialidades artísticas de un pueblo como el puneño que es de mayor densidad en el Perú que el de Oruro en Bolivia y cuya creatividad coreográfica se ha diferenciado de los patrones impuestos por la “bolivianidad” mercantil y su monocorde gimnasia danzante.

La coreografía puneña posee más virtualidades y se nutre de argumentos y representaciones diferenciadas de la más bien prolija en músculo, sudoración y resistencia azucarada como es la Diablada orureña. En Puno a más de Diabladas tenemos Sicuris con representaciones excelsas como los Sicuris de Mañazo, y otros que con sus personajes de guiñol y de la europea y medieval comedia del arte han prefigurado una estampa singular que amalgama autenticidad musical casi metafísica con universalidad de representaciones y figuras que matizan paso, amagos y requiebros tan propios de Puno como el llinqui de Azoguini y la totora de los Uros. Todo sin igual. Y esa es la diferencia. Una cosa es apellidarse puneño y otra ser minero y ser orureño. Pero vamos al tema de coyuntura.

PRIMERO.- En la Festividad Religiosa de la virgen de la Candelaria hay que individualizar a la danza La Diablada, especialmente en el concurso de danzas, no agrupándola en el conjunto de danzas de “luces” y calificándola por igual como hasta ahora se hace. Las danzas de “luces” aún en la vestimenta que les es común por el material, son diferentes y hasta disímiles en simbología, semiótica argumental, música y temperamento. Cada danza de “luces” explica motivaciones propias y va premunida de diferente número de danzantes, desarrolla argumentos variados, es síntesis de una época determinada y vive sujeta a admitir nuevas propuestas plásticas en su contenido. Mientras más se individualice las danzas de “luces” más se aportará a su cantera de originalidad. El concurso debe inducir a que cada vez más se “personalice” e individualice la diferencia entre Diabladas y Morenadas y Reyes Morenos y Reyes Caporales.

Comentario:

Como una rutina que se puede calificar de impotencia administrativa y de pereza mental es que tras varios años de sugerencias se continúe englobando a todas las danzas de “luces” bajo una sola calificación y se mida con parámetros iguales a temas y argumentos que son subjetiva y emotivamente diferentes y donde son mayores las diferencias y las peculiaridades, no solo ya de coreografía y estructura de danza, sino de organización y manejo administrativo. ¿Es igual conducir un grupo de 700 danzarines, doscientos músicos con uno de 80 bailantes y 60 musicantes? Hay que calificar los iguales con los iguales, Diabladas con Diabladas y no Diabladas con Kallahuayas o Waca Wacas con Reyes Morenos y Sicuris con Llameradas. Por lo tanto juntar en un mismo saco especies culturales y artísticas diferenciadas contribuye al desorden y no favorece la aplicación de mejoras artísticas a las danzas categorizadas y delimitadas.

Logro:
Que desde el año 2010 las Diabladas se califiquen por separado y suceda lo mismo con las demás danzas como Morenadas, Reyes Morenos, Kullahuas, etc.

SEGUNDO.- Establecer vínculos culturales con las colonias de puneños distribuidos en el país para que empiecen a admitir que es posible convertir a La Diablada andina puneña en hermana gemela de La Marinera, que es considerada por asuntos de nacionalismo heroico y de remembranza patriótica como la danza insignia del Perú, lo que no está mal, pero que puede ser complementada por la genética andina que trae a la identidad del arte popular del país una danza alegre, festiva, simbólica y de espectacular estruendo que muestra hombres jóvenes y mayormente mujeres púberes en la plenitud de su capacidad de goce y de roce social.

Comentario.
Hay que enfrentar y vencer los recelos raciales de los costeños y las torpezas de los mismos puneños. Además ninguna danza de la selva y de la costa es tan numerosa y rebasa al salón y al coliseo como La Diablada Puneña que se impone en avenidas, paraliza el tránsito y suena y truena en escenarios amplios para la fiesta. Esa potencialidad ingénita hay que explotar como ventaja competitiva y comparativa. El Perú en trance de Diablada puede ser un logro para “masificar” la identidad.

Obviamente la FRFCP, debe desembarazarse de su inoperatividad y de su molicie anual y lograr que los presidentes de las asociaciones barriales acaten con voluntad y sentimiento federado las directivas de la FRFCP

Logro:
Materializar Convenios de Cooperación Intercultural entre asociaciones de puneños para que a partir del 2010 y paulatinamente hacia adelante se baile La Diablada Puneña desde Tumbes a Tacna, desde Iquitos a Pucallpa y desde Tarapoto a Huánuco, como sutilmente lo están logrando las Sayas Caporales

TERCERO.- Promocionar la investigación documental sea en los Archivos Religiosos e Históricos de Cusco y Arequipas, como en los de Indias en Sevilla, promoviendo que investigadores como José Morales Serruto u Oscar Chaquilla Garrido sean becados y se aboquen a mover datos y ordenarlos para iluminar nuestro camino hacia la identidad real y sin presunciones

Comentario.
Aún vivimos en pañales en cuanto al manejo adecuado de nuestras fuentes históricas y seguimos argumentando sobre las visiones generales e inespecíficas provenientes del testimonio y del primer arrebato impresionista de los cronistas y no manejamos documentos precisos y concretos sobre, por ejemplo, el origen del Charango en Juli que empezó por obra e imposición de la dogmática Jesuita, o de las proyecciones artísticas de los Autos Sacramentales y sus derivaciones culturales y su expansión y bifurcación sobre el Altiplano en las épocas históricas de la primera colonia y los años subsiguientes que determinaron la declinación de Juli y el crecimiento de Chuquiabo o La Paz, lo que permitió la fijación de mayor indianidad en el Alto Perú que en el Perú actual.
Debido al traslado del núcleo de influencia religiosa de Juli a La Paz, la Roma de América perdió hegemonía se desdibujó y de ser de la indianidad terminó con el brazo partido. La Paz más chola y andina que la Lima madrileña y de artificio se impuso en el Altiplano y ahora se arroga paternidad cuando la sustancia seminal de muchos productos culturales surgió del oeste del Titikaka.
Las hipótesis al respecto son varias y de gran sugestividad y que hay que desentrañarlas porque aparejan dominios políticos, económicos y socio religiosos, por citar algunos. Ahora requerimos documentos administrativos y religiosos de las decisiones y proyecciones emanadas de la colonia. Los cronistas son fuente de chorro, pero ahora necesitamos precisiones sobre casos específicos.

Logro.
Conseguir becas para investigadores con apoyo externo o de la Cooperación Internacional y que nuestros paisanos se adiestren en la investigación de “caso”. Para eso la FRCFP debe de dejar de ser oficina de escribanos eventuales y taller de amanuenses a destajo y convertirse en espacio de gestión estratégica para el desarrollo artístico cultural. Si la señora Jenny Silva entona un silbido fulgurante y afina mente con visión de gestión estratégica y forma equipos multivalentes, la FRFCP puede cambiar por obra de una mujer genitora antes que por obra de muchos hombres directivos que en más de 40 años solo engendraron resultados mongoloides. ¿Podrá? Ojala que la impotencia solo sea masculina.

CUARTO.- Fijar las bases del marqueting para un novedoso y agresivo posicionamiento del folclore de Puno a nivel nacional conduciendo campañas específicas y divulgando material visual, gráfico y musical sobre el patrimonio artístico de Puno. Evitar refritos y modelar campañas creativas convocando concursos de diseño para volver a pensar lo ya conocido.

Comentario
Estamos equivocados al creer que el marqueting y el posicionamiento son exclusivamente de temporada y se circunscriben a la antesala de la Festividad Religiosa de la virgen e la Candelaria. Falso. El marqueting para el posicionamiento es un proceso permanente y abierto que debe convocar a mentes lúcidas que diariamente conciban mensajes, diseñen temas y organicen encuentros culturales, promuevan y midan la oportunidad de formalizar convenios y establezcan relaciones de interactividad con cada vez más amplios entornos. Para eso se debe partir de una Política Cultural que si no la diseña la FRFCP, bien que la puede inducir con ayuda de la Municipalidad Provincial de Puno, el INC y otras instituciones. Es tiempo de pasar del folclorista eventual y desfalleciente a la gestión activa y proyectiva.

Logro
Que se instale una oficina de creatividad y proyección en la FRFCP para que delinee las líneas maestras de la complementación y la interactividad interinstitucional y la creación de mensajes y diseño de nuevas formas qi¡ue expresen la peculiaridad de las danzas y costumbres locales..

QUINTO.- Creación de talleres de bordados y confección de vestimenta en la ciudad de Puno y en otras provincias.
Comentario.
¿Para qué importar trajes de La Paz o de otros lugares de Bolivia? Aquí hay creatividad y laboriosidad lo que falta es fomento y apoyo crediticio
¿Hasta cuando vamos a reproducir las figuras montadas con arabescos grotescos de los “Anchanchos” que los visten y simbolizan en Bolivia bajo la exorbitante influencia de la parafernalia carioca? ¿Por qué no los trajeamos y diseñamos aquí? El Anchancho existe, lo que no existe es esa forma de Anchancho que nos ha endosado la creatividad cuica influenciada por la samba fluminense y por la macumba negroide.

Logro.
Creación de empresas privadas a nivel de MYPES promovidas por la FRFCP para que la juventud trabaje bordados, diseñe vestimenta y cree nuevos ropajes y estructure disfraces de baile, para Anchanchos, Chinas, diablesas, Caporales. Se debe concebir nuevas máscaras sin descuidar la originalidad, pero sin olvidar que vivimos la post modernidad.

SEXTO.-Concursos semestrales no solo de bandas donde se resalta la ejecución instrumental, se mide la orquestación y se pondera el número de participantes, sino y básicamente donde se debe calificar, clasificar y computar las “melodías nuevas” para la Diablada y por añadidura para Morenadas, Reyes Caporales, Kullahuas, etc., sin oír ni emular las tonadas bolivianas tan pesadas y excesivamente marciales o que semejan procesiones alcohólicas retumbantes y monótonas..

Comentario
Los hombres y las mujeres del campo puneño que viven en un espacio que es emporio y cantera hace años que no producen melodías propias y solamente reproducen las tonadas bolivianas y han vuelto ociosa su capacidad de “sentir musicalmente” y de “conocer emotivamente”, porque parece que se han dedicado con holganza y poca vergüenza a plagiar tonos y estilos bolivianos en las festividades religiosas que ese país las retoca con danzas y músicas folclóricas influencias por la industria y el negocio.

Dicen por ahí que muchos “coreógrafos” y “musicantes”puneños viajan a la festividad del Gran Poder en la Paz para plagiar estilos y remedar las innovaciones que perpetran los bolivianos. Es tiempo de diferenciar lo puneño de lo paceño. Un apunte, lo puneño va más por el argumento, por el desarrollo de textos y lo paceño apunta a la pasividad, el colorido estrambótico. La destreza del baile nos diferencia y, por tanto, hay que potenciar y ahondar la diferencia. Argumentos coreográficos no faltan.

Logro
Instalar un repositorio melódico para recuperar las tonadas y melodías existentes. Y lo mismo para instalar las bases de un “Banco Coreográfico” que codifique pasos y mudanzas. En lo de música ya hay un aporte excelente del ingeniero Virgilio Palacios Ortega que, como siempre sucede en Puno, pocos ponderan, “todos” conocen de oídas y nadie asume como parte de una tarea de continuidad que hay que sistematizar, divulgar y masificar. ¿De qué sirve un libro si la gente no lo conoce ni lo digiere y no se le da vida? Y peor aún si las instituciones culturales hacen poco para que los documentos de esta naturaleza ingresen a la cotidianeidad de los institutos culturales y de los colegios educativos y se conviertan en instrumento para la acción

SEPTIMO.-Organizar concursos de belleza para Diablesas y Diablos con reinas “Diablas” y con Caporales Mayores triunfadores.

Comentario.
En esta época de pasarela la información y el contenido de lo realizado que generan compromiso y pertenencia, entran más por la vía de los eventos que por la sola difusión y ejecución de la danza

Logro
Convertir a los concursos de belleza de “La Diablada” y de sus variaciones de Sicuris en evento anual de febrero

Posdata. Los otros tres puntos que escribí se me extraviaron y se esfumaron desde el fondo de mi computadora o se los tragó un virus malvado que emponzoñó la Laptop que como reacción inmediata vendí. Lo lamento. No obstante, como entiendo que hay personas de iniciativa e inventiva en la FRCFP no solo pondrán más de tres nuevos puntos a este listado de tareas, sino que aplicarán talento y esfuerzo para concretar lo poco que se aporta y engrandecerlo con lo mucho que pueden dar de sí. Si en la FRFCP no hay creativos, pues, ha convocarlos. La tarea de dimensionar Puno a través de su arte popular debe convocar antes que excluir.

Reparemos que la cancha para la danza la Diablada se ubica en esta época en el Altiplano peruano desde Carabaya hasta Yunguyo, porque nuestra población que es más de cuatro veces toda la población de Oruro vive en trance de folclore y de danza. ¿Qué día no bailamos en Puno? ¿Qué actividad no honramos con movidas melódicas y acompasadas? Oruro es un espació que tiende a la desertificación donde llueve al año casi 60% menos que en el lado peruano, hace más frío y las coreografías luminosas se congelan y donde, dicen, los curas y demás fieles católicos que la virgen del “Socavón” es menos festiva y milagrosa que la virgen de La Candelaria de Puno, que pueden ser de la misma advocación, pero que tienen otra locación. Son asuntos de fe que bien se pueden recrear con mayor eficacia organizativa. A más organización más milagros.

Finalmente no olvidemos que en Tacna, Moquegua, Arequipa en el Sur peruano hay más puneños que los supuestamente orureños que viven en el occidente boliviano de La Paz, Potosí, o Cochabamba. Hay más puneños en el Perú que orureños en Bolivia. Y los puneños somos más danzantes, más musicantes y refrescantes que los de allende la cordillera. Entonces a la gente de la FRFCP les toca mover el cotarro, musicalizar el viaje cultural y engrandecer a Puno. La defensa y proyección de la Diablada Puneña pasa por los espacios de gestión de esa institución y no por la eventual elaboración de documentos de paternidad y filiación circunstancial. Ahora no solo hay que bailar, sino también hay quehacer danzar a la eficiencia y a la eficacia y crearles coreografías de gestión estratégica..

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