sábado, 26 de septiembre de 2009

INOCENCIO MAMANI: poesía quechua

Inocencio Mamani es un personaje controvertido, convendría un estudio exhaustivo sobre su trabajo literario. El autor de esta nota fue un amigo muy cercano de Inocencio Mamani y comprobamos, junto al antropólogo, que no tenía muchos trabajos y no le gustaba hablar sobre creación literaria. Mucho más allá de la admiración que pudo despertar en el gran Amauta, José Carlos Mariátegui, por su comedia en quechua “TUCUIPAC MUNASHCAN” que fue comentada por José Gabriel Cosio y Gabriel Collazos en la revista Amauta, números 12 y 14. Inocencio Mamani nació en Puno y vivió casi toda su vida –también lo hizo en Huancayo donde fue alpinista- en el barrio Mañazo, en el lugar que él denominó “El nido de los cóndores”. Dejó de existir en Puno en el año de 1990. ("Beso de Lluvia"; CARE-Perú, 2008)

Las traducciones al español de la poesía de Mamani, corresponden al Profesor Antonio Colca y al Dr. Omar Aramayo.


Teofanoj qutimunka (*)

(A José G. Cosio)

rruphay jina miqjuyqun llantuqunata

pakaryninmanta pacha

paymi qarkan runaqunaj yawarnenka

ÑAWIN CHCHIRMIYQUNANPAJJCHARI

¡ teofanoj qutimunkaña!

(¡ aqu! ¡aqu! ¡aqu! ¡tata! ¡tatata!)

musoj runa jamunkaña

(¡mama! ¡mama! ¡atha! ¡atha!)

cusi samin kqawayqunka

tariqunkatajj manaskanta

yuyarenkataj wakaskanta

qusiquspatajj wakanka

ttisqo ttisqo liso majjta

¡tatan qusichejj jamunkaña!

Sumajta takiriquspa

Mamantataj sonkochayqunka

Traducción del kehswa

Como la luz se traga a las sombras

Desde que amaneció en la tierra

Él ha sido la sangre de los hombres

¡sería para cerrar los ojos!

Teófano ya volverá

(acú acú ¡papá! ¡papá!)

el hombre nuevo ya viene

(mamá mamá ¡levántame!)

mirará el regocijo alegre

encontrará lo que adoraba

recordará su llanto

y volverá a llorar de alegría

¡muchacho pícaro! ¡saltamontes!

Vendrá por alegrar a su padre

Cantando bellamente

Pero su madre sentirá el corazón renovado



(*) En el Boletín Titikaka de febrero, 1928, encontramos el siguiente poema.

Es un poema en quechua de hondo dolor, inspirado en la muerte del hijo de Churata. Nuevamente surge la pregunta: dónde expresar nuestros sentimientos, ¿en la lengua hispana? Y esto, es suficiente para tener una sola identidad o sigue siendo el lenguaje del otro. Cualquier lector de habla quechua sentirá la profundidad del mensaje. Las traducciones no suelen interpretar aquello que se sintió en la lengua primigenia. En este caso, estaríamos hablando de un idiolecto interferente. Es que la metáfora andina brota espontáneamente en los Andes, difícil de traducir. El choque de culturas se hace presente y nos hacen decir lo que no hemos dicho. Para un occidental, al leer la traducción encontrará que hay una ruptura lógica del lenguaje, pero un andino no percibirá este fenómeno cuando lea en su propia lengua, sea el quechua o el aymara.

Leamos otro poema de Inocencio Mamani, esta vez del tomo II, número XXVII, del Boletín Titikaka.

LEKECHUQUNAS

Kochapatapi lekechuqunas

Yawar cchara ñawintin

Wakaspa maskkanqu chinqaska urpisitunta

Kayna ppunchay qqaya tuta

Machananqumanta tapunaqunqo

Musfaspa wañunata jina

Puqa ñawisituntin komer achurunaqunaka

Lekechituy lekechitu imapajtaj machayqurkanki

Chkisituykiqunapas tturo junttallañan qaskian

Allinta kawakuy – chaymantataj

Puquy puquy jina

Qajniykita atipachiquaj

Wajhacchaquspa kapariy

Ojj wallpita jina

Chaupi tutaj sonkonta takisajniskaykipi

Sapa ppunchay

Wakaskianki quqaj wallinqunapi

Pachasuttiyaypaj machu phesqkitun

Warmiykej wijsantapas mana yupaychaspa

Ama ari yupata machaycho

Ichaka yuraj qaquy

Chaupi ppunchay keulla jina.


LOS LEKECHOS

Dicen que los lekechos a la orilla del lago,

Con ojos inyectados de sangre,

Buscan, llorando su palomita ausente.

Desmayados, como si fueran a morir

Los picos verdes y los ojitos colorados

Se preguntan por la borrachera de ayer

Y por la mañana y la de hoy...

¡lekechito! ¡lekechito! ¿Para qué te emborrachaste?

Hasta tus patitas se llenaron de barro

Ah, pero ten cuidado: no sea que como el búho

Pierdas la partida,

Que por cantar al corazón de la noche

Ahora grita como una gallineta.

Viejo pajarito del alba!

Todos los días

En los cocales del valle

Estás llorando

Sin respetar el vientre de tu hembra...

No te alucines pues,

Y sé blanco como la gaviota al medio día!

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