Inocencio Mamani es un personaje controvertido, convendría un estudio exhaustivo sobre su trabajo literario. El autor de esta nota fue un amigo muy cercano de Inocencio Mamani y comprobamos, junto al antropólogo, que no tenía muchos trabajos y no le gustaba hablar sobre creación literaria. Mucho más allá de la admiración que pudo despertar en el gran Amauta, José Carlos Mariátegui, por su comedia en quechua “TUCUIPAC MUNASHCAN” que fue comentada por José Gabriel Cosio y Gabriel Collazos en la revista Amauta, números 12 y 14. Inocencio Mamani nació en Puno y vivió casi toda su vida –también lo hizo en Huancayo donde fue alpinista- en el barrio Mañazo, en el lugar que él denominó “El nido de los cóndores”. Dejó de existir en Puno en el año de 1990. ("Beso de Lluvia"; CARE-Perú, 2008)
Las traducciones al español de la poesía de Mamani, corresponden al Profesor Antonio Colca y al Dr. Omar Aramayo.
Teofanoj qutimunka (*)
(A José G. Cosio)
rruphay jina miqjuyqun llantuqunata
pakaryninmanta pacha
paymi qarkan runaqunaj yawarnenka
ÑAWIN CHCHIRMIYQUNANPAJJCHARI
¡ teofanoj qutimunkaña!
(¡ aqu! ¡aqu! ¡aqu! ¡tata! ¡tatata!)
musoj runa jamunkaña
(¡mama! ¡mama! ¡atha! ¡atha!)
cusi samin kqawayqunka
tariqunkatajj manaskanta
yuyarenkataj wakaskanta
qusiquspatajj wakanka
ttisqo ttisqo liso majjta
¡tatan qusichejj jamunkaña!
Sumajta takiriquspa
Mamantataj sonkochayqunka
Traducción del kehswa
Como la luz se traga a las sombras
Desde que amaneció en la tierra
Él ha sido la sangre de los hombres
¡sería para cerrar los ojos!
Teófano ya volverá
(acú acú ¡papá! ¡papá!)
el hombre nuevo ya viene
(mamá mamá ¡levántame!)
mirará el regocijo alegre
encontrará lo que adoraba
recordará su llanto
y volverá a llorar de alegría
¡muchacho pícaro! ¡saltamontes!
Vendrá por alegrar a su padre
Cantando bellamente
Pero su madre sentirá el corazón renovado
(*) En el Boletín Titikaka de febrero, 1928, encontramos el siguiente poema.
Es un poema en quechua de hondo dolor, inspirado en la muerte del hijo de Churata. Nuevamente surge la pregunta: dónde expresar nuestros sentimientos, ¿en la lengua hispana? Y esto, es suficiente para tener una sola identidad o sigue siendo el lenguaje del otro. Cualquier lector de habla quechua sentirá la profundidad del mensaje. Las traducciones no suelen interpretar aquello que se sintió en la lengua primigenia. En este caso, estaríamos hablando de un idiolecto interferente. Es que la metáfora andina brota espontáneamente en los Andes, difícil de traducir. El choque de culturas se hace presente y nos hacen decir lo que no hemos dicho. Para un occidental, al leer la traducción encontrará que hay una ruptura lógica del lenguaje, pero un andino no percibirá este fenómeno cuando lea en su propia lengua, sea el quechua o el aymara.
Leamos otro poema de Inocencio Mamani, esta vez del tomo II, número XXVII, del Boletín Titikaka.
Kochapatapi lekechuqunas
Yawar cchara ñawintin
Wakaspa maskkanqu chinqaska urpisitunta
Kayna ppunchay qqaya tuta
Machananqumanta tapunaqunqo
Musfaspa wañunata jina
Puqa ñawisituntin komer achurunaqunaka
Lekechituy lekechitu imapajtaj machayqurkanki
Chkisituykiqunapas tturo junttallañan qaskian
Allinta kawakuy – chaymantataj
Puquy puquy jina
Qajniykita atipachiquaj
Wajhacchaquspa kapariy
Ojj wallpita jina
Chaupi tutaj sonkonta takisajniskaykipi
Sapa ppunchay
Wakaskianki quqaj wallinqunapi
Pachasuttiyaypaj machu phesqkitun
Warmiykej wijsantapas mana yupaychaspa
Ama ari yupata machaycho
Ichaka yuraj qaquy
Chaupi ppunchay keulla jina.
LOS LEKECHOS
Dicen que los lekechos a la orilla del lago,
Con ojos inyectados de sangre,
Buscan, llorando su palomita ausente.
Desmayados, como si fueran a morir
Los picos verdes y los ojitos colorados
Se preguntan por la borrachera de ayer
Y por la mañana y la de hoy...
¡lekechito! ¡lekechito! ¿Para qué te emborrachaste?
Hasta tus patitas se llenaron de barro
Ah, pero ten cuidado: no sea que como el búho
Pierdas la partida,
Que por cantar al corazón de la noche
Ahora grita como una gallineta.
Viejo pajarito del alba!
Todos los días
En los cocales del valle
Estás llorando
Sin respetar el vientre de tu hembra...
No te alucines pues,
Y sé blanco como la gaviota al medio día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario