José Luis Velásquez Garambel
"El dolor americano. Literatura y periodismo en Gamaliel Churata" es un libro editado por El Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos. Se trata de una investigación minuciosa, y producto de largos periplos desde Lima, Arequipa, Cusco, Puno, La Paz, Cochabamba y viceversa en los que se recopila artículos de Gamaliel Churata publicados en diversos diarios y revistas bolivianos y peruanos. Se trata de una verdadera hazaña realizada por Guissela Gonzales Fernández, quien desde hace más de quince años viene desarrollando investigaciones sobre este icono trágico de la cultura andina. Gózales Fernández es actual docente de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Arturo Peralta Miranda (Arequipa, 19 de junio de 1897 - † Lima, 9 de noviembre de 1969). El puneño de mayor raigambre en la literatura andina, y cuya obra encierra el espíritu de lo americano. Se inició a una edad muy temprana en la literatura dirigiendo el diario escolar “El Profeta” (la misma que fura elaborada con los alumnos de la Escuela 881, que estuvo regentada por el maestro José A. Encinas en el periodo 1907 al 11).
Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo P. Peralta), luego de emplearse como cajista en el diario “La Voz del Obrero” de propiedad de Eduardo Fournier, creó el grupo “Bohemia Andina” (1915) con el que editó la revista literaria La Tea (1917, de la que dirigió el primer número; siendo Alejandro peralta, su hermano, el que continuaría con dicha edición junto a Aurelio Martínez).
Siendo ese, desde 1915 al 13, uno de los períodos más efervescentes en la literatura regional, en el que se desarrollaron los debates con Abraham Valdelomar, José Ingenieros, Federico More, entre otros (según los registros de las revistas Figulina, Ritmos Andinos, Cirrus, entre otros, las mismas que fueron publicadas entre 1915 al 25).
Más tarde formó el grupo Orkopata, bajo la base de Bohemia Andina, grupo que difundió su pensamiento en el Boletín Titikaka (1926-1931), el mismo que tuvo una difusión intercontinental y en cuyas páginas se hallan colaboraciones desde C. Vallejo hasta J. Borges, pasando por Pavletich y F. Tamayo. Señalado por como uno de los discursos centrales del indigenismo junto a “Amauta”, “La Sierra” (del Cusco y de Lima), y de “Qosco”, junto a figuras de la estatura de José Carlos Mariátegui, Luis E. Valcarcel y Uriel García, entre otros.
Llegó a Bolivia por primera vez en 1917 contratado como cajista por el padre Zampa, y ante una eventual persecución aún no esclarecida. Pese a permanecer en Bolivia menos de un año, desarrolla una labor intelectual fecunda, intensa y fructífera, legando a formar el grupo Gesta Bárbara (1918), derrotero de la vida cultural boliviana. Ello junto a Walter Delance, Carlos Medinaceli, José Enrique Viaña, Armando Alba, Saturnino Rodrigo y entre otros.
Luego de una vida azarosa y de vejámenes en el Perú (confiscación de su biblioteca personal, su separación del cargo de bibliotecario municipal y los enfrentamientos con la iglesia católica y con los sectores de claro apoyo a los hacendados, así como su posición política como organizador de cédulas comunistas hacen que retorne a Bolivia en 1932, esta vez para permanecer en dicho país por más de treinta años, hasta 1964.
Su participación como activista social, periodístico, literario e intelectual en todas las dimensiones es considerado como uno de los refundadores de la nueva república Boliviana; sin embargo su obra es Americana, de raíz andina y por ello no puede ponérsele ningún parámetro fronterizo.
En La Paz publicó “El pez de oro” (1957), que le llevará a lograr el premio nacional de Literatura, el mismo que rechazará por ser Peruano. En el PO se nota una clara búsqueda de la identidad a través de los mitos andinos a la vez que el empleo de una lengua híbrida, ello con una intención de la búsqueda de la célula germinal de lo “Americano”. A ella le seguirán “Resurrección de los Muertos”, “Interludio Bruníldico” y “Raíz vernácula de la religión americana”, las mismas que conforman un grueso de inéditos de variada naturaleza. En cuanto a los medios de prensa, estuvo ligado a "La Semana Gráfica" uno de los diarios más prestigiosos de Bolivia, a la revista "La Gaceta de Bolivia" y los periódicos “La Calle”, “Última Hora” y otros.
La publicación de este libro de artículos de G.CH, gran aporte y esfuerzo de Guissela Gonzales Fernández nos muestra una de las facetas de este autor de culto en la “literatura universal” y se constituye además en un instrumento indispensable para explicar el proceso social, la evolución de los estados nación de Perú y Bolivia, las luchas por la reivindicación indígena, la búsqueda de la consolidación de la identidad andina y la formación de los discursos interculturales (en sus dimensiones políticas, educativas, jurídicas y sociológicas), por ello nuestra sincera felicitación a la compiladora.
La lectura de este libro es recomendada y obligatoria para el desarrollo de políticas de la comprensión de los otros, de la inclusión social y del desarrollo de las ideologías no hegemónicas…sin duda un libro que no debe faltar en la biblioteca de los que se hacen llamar puneños y puneñistas.
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