sábado, 26 de septiembre de 2009

LUIS PACHO: Geografía de la distancia

Luis Pacho Poma, poeta del 90, su poesía cálida posee un simbolismo profundo en las concepciones andinas.

se desenvuelve además como promotor cultural incansable.


En la Fotografía: Luis Pacho y Rafael Vallenas, publicada en http://www.casadelcorregidor.pe/tertulias/tertuliapo......



Rastro de lejanía


I


Un poema duerme al filo de un lápiz

Afuera
la noche es un cadáver azul
de donde jamás se han movido
nuestros ojos

Inútilmente busco un lugar
bajo el humo de las piedras

A pesar de este tiempo fuera de tus huesos
mis ojos
son dos coleópteros ateridos:
mil noches
sin dejar la tarde

desde que olvidaron a vivir en silencio.




Titiqaqa
(o la voz de las olas)


La certeza empieza en las nubes
En sus formas de balsa


Detrás de un espejo azulino
que cobija cielos y leyendas
el lago es el destino de hombres y gaviotas

(El embrión nativo o la concreción vital
de rostros milenarios)

Eleva sus voces en espirales de viento
apilando islas qarachis soñadores
y territorios embrujados

Su génesis es el lenguaje de relámpagos
de hombres-dioses que enamoraron montañas
y de ciudades dormidas bajo el lecho de su
mitología

Las nubes son los rostros que la edifican
los que habitan sus lejanas travesías
pero ellos arremeten al destino sin tregua

-desovando balsas –

en nombre de quienes fundaron imperios
Al principio

– eso saben los gentiles –

giraron diseminados en amnios matinales
oteando la distancia para despeñar
las sombras
después de las alboradas
las totoras con púas en el cielo
horadaron el silencio en sus raíces dialécticas

Así supimos lo que dijo Katari.
de la profundidad maternal de sus turbulencias

nacimos libres con el eco de los pututos




Cuerpo presente

A mamá María, en la distancia.

1.

Amanecía y su rueca hilaba nubes

Ella escogía los últimos granos

y nosotros
dormíamos en una alfombra de lluvia

El silencio como su voz era tierra de todos

Un día - cuando la noche huía de mis ojos –
Deletree su nombre atardecido



2.

El pico del halcón que trajimos
servía para atravesar la tinta de los crepúsculos

Mirábamos a los pájaros extraviados
que solían anidar en los muros alejados de la noche

N o i m p o r t a b a

El cielo caía en sus espaldas
pero ella tenía el tiempo para acunar
en sus manos la sonrisa de la luna

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